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jueves, 26 de diciembre de 2013

IRSE PERO NO HACERSE


Deseable es, sugerente, una especie de necesidad imperiosa ante esta amalgama de leyes antediluvianas a las que nos somete un lobby bien centrado en sus objetivos y  realmente eficiente; si nos atenemos a los resultados obtenidos en dos años en todos los registros estadísticos habidos y por haber. ¿Hacerse? ¿Alguien puede hacerse el sueco? Yo afirmo que sí. De hecho, ésa es la fórmula seguida por cada uno de los miembros de este gobierno calificado de reaccionario por buena parte de la prensa internacional y de homólogos de toda Europa, con auténticas proezas, monumentos a la estupidez. Han roto cuantos consensos había, han destrozado con su léxico hiper-mega-eufemístico-espialidoso cuantos sentidos bastardos puedan darse a un término y empecinados andan en convertir todo esto que llaman Egpaña, Eshhpaña o España, en una burda masacre de imposiciones a la fuerza: unas desde el ámbito económico, otras desde el político, en donde el rodillo del decreto ley hace estragos en las rentas más bajas -la última ocurrencia congelar el sueldo mínimo interprofesional- y también machacarnos a impuestos o todo tipo de vejaciones desde un punto de vista legislativo, porque es vejación leer algunas palabras supuestamente dichas por el Ministro de Justicia que hacen evidente el carácter retrógrado: "Yo sí tendría un hijo con graves malformaciones". Piensen dos minutos solo en esas palabras, en quien las dice, donde las dice (es importante) y ante todo, en nombre de quien. Arrogarse el rol femenino, no le va mucho al señor Gallardón y ¿a qué llama él graves malformaciones? ¿A saber el número de veces que ha tenido que  luchar contra las circunstancias para alimentar o educar sin recursos a un ser al que se le niega una ley de dependencia en las peores circunstancias económicas de la historia democrática de este país, en proceso de privatizar hasta el agua del Canal de Isabel II (usen la fórmula el agua que se ha de beber), eliminar atenciones primarias a supuestos niños con malformaciones como impone Lasquetty (Consejero de Sanidad en Madrid) capaz de hacer desaparecer de un plumazo la sedación por una endoscopia, si eres díscolo y acudes a la atención pública y no a la privada como él considera preceptivo y perfectamente incluido en sus planes vertebradores de una sanidad de pago, y cuanto más mejor. 
En las imágenes de ese anuncio que muchos han alabado por su preocupación, el lema: uno puede irse pero no hacerse, queda claro que sólo hay dos soluciones: o te vas, te exilias obligado por tanta agria injusticia o luchas porque nunca podrás hacerte diferente de aquello que eres. Y me pregunto constantemente ¿qué nos ha pasado  a todos? porque todos somos culpables, para caer en esta caricatura de país, en esta tragicomedia que tanto nos gusta representar a los españoles. Tropezamos con tantas piedras nos pongan en el camino y no sabemos si es porque hemos perdido cualquier noción de la realidad, de nuestro entorno o simplemente hemos caído en esa falta moral que es ser "idiota" en el sentido griego del término, bueno,  del español también. Todo el mundo opina, como debe ser, pero a destiempo, fuera de lugar y, desde luego, hora. Lo más preocupante es que todos opinamos sin conocimiento de aquello sobre lo que nos permitimos, condescendientes con uno mismo, decir la mayor barbaridad desde esa posición de creencia absoluta en que quien lleva la razón es "uno": el idiota ( en sentido griego) para terminar dándose cuenta, después, cuando llega a otra parte distinta de una verdad esencial, el idiota que llevamos dentro lo tenemos en exceso mimado y desde luego, ese idiota, no participa de ningún sentido griego, en este caso, su sentido es exclusivamente español, y no sé si decidirme por la acepción segunda o cuarta de la RAE. Elijan ustedes mismo, sin engreimiento y convenientemente instruidos, si irse o quedarse, o seguir haciéndose el sueco.

lunes, 23 de diciembre de 2013

GRATITUD EN LA PRIMERA TEMPORADA DEL LABORATORIO SONORO

Ha transcurrido una temporada radiofónica más. Seguimos sin reconocimientos (cosa que me parece extraordinaria dada la naturaleza poco honesta de los mismos, en general) y como si de aquel mítico agricultor-personaje de Amanece que no es poco se tratara quiero hacer una oda a la calabaza. En este caso cambiaré la calabaza por los colaboradores (extraordinarios, excelsos, trabajadores, gratuitos, no pagados más que con las gracias diarias de su trabajo bien hecho) que me han permitido confeccionar un Laboratorio Sonoro muy original. Diré, aunque no puede decirse, que se trata de un programa de tintes mayoritarios y tengo el honor, gracias a la ayuda de cada uno de los integrantes de este equipo, de sentirme original, no copia de nada ni de nadie, hasta me han dicho que me envidian, cosa que realmente me produce una cierta sensación de frustración pero, en un país, que dicen de envidiosos, eso sería lo habitual o normal. En cualquier caso, pese a las zancadillas deportivas que han convertido el programa en un Guadiana a expensas de los penaltis del Altamirano o del Alquerías B, con todos mis respetos a los dos equipos, no dejo de reconocer que ha sido toda una prueba mantener el tipo en momentos en los que te ningunean con una falsa "bonhomía".
En todos estos meses en los que he trabajado duro por conseguir realizar cuantas propuestas me han hecho o he podido hacer, sólo he echado de menos la ayuda técnica de quien puede prestarla pero se desentiende porque considera esa labor ajena a su trabajo; no pienso lo mismo de mis compañeros técnicos que han estado muy por encima de sus posibilidades, siempre, en la realización del programa y ellos saben quienes son. Si tengo que empezar por alguien creo que debe ser por Alejandro Lorente, extraordinario periodista en paro que ha querido ocupar parte de su tiempo en ayudarme a sacar este programa adelante, repito, Alejandro es uno de los mejores guionistas, redactores, locutores y hombres de radio que he conocido y sin embargo está parado, pero eso no es noticia: el 54% de los jóvenes lo están y da igual lo muy valiosos que sean. Antonio Rentero es una pieza fundamental en la elaboración del Laboratorio Sonoro, como una isla en el Océano Cósmico ( sé que esto le gustará) ha sabido posar su sabiduría, su humor, sus conocimientos enciclopédicos y humanos, convirtiendo el estudio de radio en un auténtico camarote de los hermanos Marx, gracias a él hemos conocido a personas esenciales e imprescindibles. Es evidente que la lista es muy larga, son muchas las personas que por amistad o por interés radiofónico o alguno no confesado han querido unirse a este Laboratorio Sonoron y ha sido una maravilla contar con voces tan importantes como las de Paco López Mengual, Pablo de Aguilar Gonzáles, Fulgencio García, Julia Robles, Antonino de Mora, María Castillejo, María José García y otras que eventualmente se han asomado al espacio "Pura Coincidencia". A lo largo de la temporada hemos querido desentrañar qué significa ese mundo complejo y tan de moda que es el Marketíng, y nos acercamos a él con la sin par viveza intelectual de Aurora Izquierdo; el análisis de la situación financiera ha sido una aventura apasionante gracias a las previsiones siempre acertadas de Antonio García Guerrero; aventura con conclusión feliz es la que ha aportado al programa la vivacidad y el optimismo expuesto sábado a sábado por Juan Carlos Ruiz Riquelme; los domingos ha sido Cayetano Gómez, uno de los chefs más premiados de la Región quien desinteresadamente nos ha ofrecido un desayuno y un almuerzo exquisitos. Los alumnos de la Universidad de Murcia han sido de una extraordinaria valía, ya que algunos han sido insignia del programa con espacios ejecutados con brillantez y mucha profesionalidad, quiero referirme al "INFO-RAP-TIVO" de Cecilio Hortelano, así como otro espacio de su invención que fue "TWITTERWEEK", repasos, ambos, sobre informacion; el primero versado y a ritmo de rap y el segundo una síntesis de lo importante en la red social Twitter. Ainara Pérez ha ejercitado una destreza con una rapidez inusual:saber elegir los eventos y espectáculos más importantes de la semana y saberlos plasmar en "DE SIETE EN SIETE", y ni que decir tiene que los programas realizados por Diana Belmar y Javier Ramos han sido extraordinarios por calificarlos de alguna manera: "LA VOZ DE LA CALLE" ha servido para darnos cuenta de lo fácil que es hacer las cosas bien cuando se pregunta a alguien sobre cualquier cuestión polémica; Antonino de Mora Taberner no sólo es un buen periodista, es además un buen lector que nos ha regalado su ZONA DE LETRAS, una guía imprescindible de lectura. Siempre hemos tenido espíritu innovador y hemos buscado variaciones de todo tipo en la formulación de espacios, hemos querido conocer, por ejemplo, los entresijos de una convivencia cuatrimestral en una universidad americana por parte de un profesor español, y en ese sentido, Miguel Ángel Hernández nos sirvió como pocos, acercándonos cualquier rareza que le impresionara o le chocara desde "LA LEJANÍA", igual que Joanne Lucena nos ha transportado su experiencia como profesora de español en la Universidad de Arcadia, comentando ideas que le parecían estereotipadas en el comportamiento y ni que decir tiene la constante lucha por abrirse un hueco en la profesión de Manuela Lanza que nos ha contado las cosas más extrañas de su Londres adoptivo, desde su acercamiento a un gran periódico como es "The Guardian" a su peripecias con la moda en los salones de té londinenses. La memoria se queda pequeña para enumerar los hombres y mujeres que han dejado su grano de arena en la confección de este programa; sinceramente, es imposible recordar tantos buenos momentos con Rafa Rosa y sus chicos de la Escuela de Turismo, los inolvidables relatos de HISTORIA Y PANTALLA con Alberto Frutos y la gran cantidad de risas compartidas con María José Martínez Garcerán en su KIOSKO particular. Hemos aprendido mucho de nuestros entrevistados que han sido tantos que no podría enumerar, para ello quedan inmortalizados en A LA CARTA de la web de Onda Regional de Murcia. Hemos recibido información puntual del sector del consumo gracias a FACUA , y en concreto a Consumur con Belén Rodriguez, su portavoz de comunicación o conocido todas las actividades de ocio y cultura en las voces de nuestros corresponsales, algunos de ellos en directo sábado tras sábado con mil y una ocurrencia. Mateo Ribas nos introdujo en la magia de Eurovisión y en la de la canción del Verano y seguro que me falta mucha gente por nombrar como las sugerencias hechas por Jose Alberto, EL POLLO ROCKERO , agradables y simpáticas, igual que nuestra veterana en tiempo perviviencia radiofónica que es Teresa Jular , más de quince años con XL INTERNET. Y que decir de nuestros chicos de CIENCIA DIVERTIDA con Ivan García Cubero y Alberto Fernández Sierra; en última instancia se unieron a nuestro laboratorio Pilar Balsalobre, Rafael Hortal y  Juan Francisco Cerezo Torres en la Aventura de Viajar, un recordatorio de viajes y vivencias que hemos vivido gracias a la Sociedad Geográfica de Murcia. En fin, podría seguir nombrando uno a uno y mérito tras mérito, pero tengo la sensación de que se puede hacer muy cansado. Desde el primero al último y del último al primero para mí todo es gratitud. Gracias por hacerme sentir importante, gracias por compartir vuestro tiempo y vuestra vocación: Luisa Luna Rubio- Pérez, María Castillejo, Manuel Lara Serrano ,Andrés López , Paco Viudes , Javier Martinez Bastida , Eva Caballero, Alicia Parra, Antonio Abril, Alejandro Fernandez Zuñel,Ivo Vilches de la Rosa, Paco Gómez, Carmen Ortín, José García, Jaime Zaragoza, Valentín Aragonés RodaAngel Nicolás Sánchez, Andrés Hernández, Domingo Filiú, Fran Fernández García, Inés Martínez y, ante todo, nuestros oyentes, los más importantes.

viernes, 20 de diciembre de 2013

FELIZ NAVIDAD: LOS MISTERIOS DEL ESPACIO TIEMPO.













     


           No voy a decir quienes son los autores ni el nombre de las obras elegidas para felicitarte la Navidad, puedes verlas y conocerlas más fácilmente en mi página de facebook Arte20. Todos los años pongo una foto que me haya emocionado o que haya sido importante en mi vida personal. Este año no tengo imagénes de los dos momentos esenciales que formarán para siempre parte de mi biografía. Quiero decirte que -si me conoces un poco- no soy en absoluto derrotista, lucho y lucho, siempre y en cada momento, con tesón y con orgullo de construir una vida muy plena en lo más importante: las vivencias emocionales. Ahí me siento rico, poderoso, casi me atrevo a decir que sabio, pese a que pueda parecer una presuntuosa forma de manifestarme. 
     Esta Navidad es la primera que no tendré a mi padre conmigo, con nosotros, con la familia en la Noche Buena, una cena  que siempre hemos celebrado juntos, siempre, excepto alguno, que no me permitieron venir con él por cosas del trabajo, pero desde hace 16 años sí: la he disfrutado en su compañía, con sus ocurrencias y su humor -muy especial- que nos ha hecho reír o sonreir con mucha frecuencia. Todas la tradiciones que hemos creado en familia se van al traste, porque sinceramente no hay una gran apetencia de celebración. De hecho, uno de los motivos más poderosos para venirme de Madrid fue disfrutar de la vejez de mis padres: lo he hecho, y mucho.  Aún después de este tono triste  con el que empiezo mi felicitación, tengo que reconocer que la vida continúa y es obligatorio aceptar aquello que te llega por muy injusto que te parezca.

       Otro de los hechos esenciales que marcan mi biografía este año es la pérdida de mi trabajo. Alguien con nombre y apellido, con vergüenza escasa, ha decidido que debo quedar fuera de mi trabajo junto a veintitantos de mis compañeros para (él/ellos) mantener su status quo: es decir, sueldos millonarios que paguen sus servicios al poder. Lo peor de todo, es que esto tengo que decirlo con la boca pequeña porque como todos sabemos  las cuentas de una empresa pública como es RTRM no son públicas, en beneficio de quienes la gestionan como un pequeño cortijo. Algo muy similar a lo que ocurre en todo lo público de la Región de Murcia y lógicamente en España después de la dirección que ha tomado el ámbito de la política defensora de las grandes corporaciones y mercados; y lejana, y casi, casi contraria al ciudadano particular, al ciudadano que se supone tiene unos derechos inalienables, pero sólo se supone. Este año hemos vivido a diario todos esos ademanes de autoritarismo impune y los hemos aceptado con total pasividad, sin lucha, con plena consciencia y conocimiento de la pérdida que supone para el futuro de la ciudadanía. Retrocedemos en todo: en bienestar, en prestaciones, en la salud y la educación, y en los derechos individales. 


          Este año, ha sido un año  imposible, inaguantable, lleno de pérdidas familiares, de pérdidas de cariño, de pérdidas de libertad, pérdidas de todo tipo, aunque cierto es que ni la ilusión ni la esperanza se han marchado de mi lado y, como siempre creo que lo mejor está por venir, pienso que todo será reversible si cada uno de nosotros pensamos  un par de minutos hacia dónde nos conducimos. 

         Con toda la pena  que nos ha dejado  este año, nada me impide desearte feliz navidad, ni siquiera a ti -que me has apartado del bien más preciado: mi trabajo-, feliz Navidad papá (siempre estarás conmigo), felicidades amigos luchadores (qué grandes llegáis a ser ante la adversidad y qué ejemplo más grato), felicidades conocidos cercanos y lejanos (aquellos que manejáis la distancia con conocimiento de causa y como forma adecuada de vivir una relación de amistad a medias), felicidades a todos los que me habéis sorprendido tan gratamente (he de reconocer que siempre he sido muy afortunado, mucho, en conocer personas excepcionales y entrañables, y mantenerlas en mi vida: sí, soy un hombre afortunado), felicidades a la gente magnífica que he conocido este año, felicidades a quienes habéis pasado por mi vida sin pena ni gloria y felicidades a la gente que quiero de corazón, a la gente capaz de enternecerme, asombrarme, ayudarme. Felicidades a ti también.

 Antonio Escolar.






martes, 17 de diciembre de 2013

RECORDATORIO: LOS JÓVENES AVENTUREROS ALEJANDRO E IVO



Toda mi vida he tenido un pequeño problema con la percepción de la edad, mi edad. Siempre he visto a todos los demás mucho mayores que yo, muchísimo. Igual poseo el síndrome de Peter Pan o cualquier otro que desconozco, de tal forma que cuando me acerco a alguien, lo hago sin constancia de cómo pueda verme, qué imagen tenga de mí, se haya hecho, o simplemente traiga de casa con sus bagajes propios o ajenos. Vamos, que  cuando me acerco a alguien me acerco sin conciencia ni preámbulo y no entiendo bien ni  mi propio comportamiento. Sólo, que soy yo, tal como soy, sin muchos parapetos, ni miedos, ni distanciamientos (cuando eso ocurre es que no me fío nada y no me gusta nada la persona con la que estoy) Soy espontáneo y quien mata mi forma de ser también mata cualquier atisbo de amistad o relación. Esta confesión íntima podría hacerme mucho daño si no fuera porque ya tengo amaestradas algunas habilidades que no conocía cuando tenía 20 y que me llevaron a vivir una serie de experiencias muy indeseables con gente que parecía honrada. El tiempo, los años, la experiencia son tus compañeras, y buenas administradoras  de eso que llamamos capacidades. El preámbulo es para hablar de esa sensación que yo considero falta de madurez y otros consideran irresponsabilidad, o vete tú a saber qué. Quienes más alzan la voz más suelen hacer el ridículo. En fin, este recordatorio que empecé con mucho brío y que, como alguna vez he criticado en las cosas del amor, tiene arranque de caballo y parada de burro, no debe relación alguna con todas esas cosas antedichas: porque mi homenaje es para quienes despuntan por algo tan sencillo como la curiosidad, capaces de generar en ti un interés propio de quien cree que puede conseguir grandes cosas de ellos, enseñarles el mundo de lo creativo, al menos intentarlo porque los tropiezos son muchos, e iré explicándolos poco a poco. 

A Alejandro Zuñel e Ivo Vilches les conocí en una visita de su Instituto, fueron tan espontáneos y agradables que llamaron mi atención ( e igual había gente que hubiera debido llamarla más o de otra forma) pero fueron ellos quienes, uno con su máquina de fotos, y otro con  su empecinamiento en que ya había escrito un libro, me llevaron en esa magia que yo quería crear en El Laboratorio Sonoro a considerar la posibilidad de invitarles a que fomentaran su creatividad en la radio, un medio que desconocían pero con el que se familiarizaron pronto, -hay que decir en su favor que no son personas cualquiera, son dos tipos llenos de fantasías, jovialidad, buen humor (no hagan caso de sus caras en estas fotografías) y personas que producían un interés especial al comprobar la madurez de sus razonamientos y, ante todo, esa frescura e ingenuidad que arrastraban al querer contar sus cosas-, al querer mostrar sus personalidades -ya maduras- en muchos puntos del discernimiento. Por todo ello, les invité, no recuerdo cómo, si a través de correo electrónico o teléfono a que hicieran un par de pruebas de creatividad. Ambos se dieron cuenta de que la creatividad necesita mucha planificación o mucho talento y en este caso optaron por desplegar lo segundo como buenos jóvenes españoles. A pesar de que no olvidaron  en un intento frustrado convertir su espacio en una serie novelada que no vio la luz en radio por mi culpa y  su  poco creíble actuación (espero que me perdonéis) pero en cambio su espontaneidad superaba con creces esa planificación que nos dejó tirados en algún momento con alguna entrevista pactada muy de antemano y que no pudo hacerse en condiciones poco ventajosas paras ellos, que demostraban una ilusión desmedida por cualquier proyecto. Con Ivo y Alejandro, Alejandro e Ivo preparamos la idea de enseñarles qué querían hacer en la vida, me dieron una lista de sus intereses y ¡anda que no tenemos gente valiosa en Murcia! De esa forma, tuvieron la oportunidad cuando acabaron su curso de bachillerato de fantasear en  algunos programas informándose de asuntos tan imprescindibles para su futuro como: el marketing, el cine, la producción  o escribir, apoyados por esa cantidad enorme de genio que ha dado Murcia en estos últimos años. ( y que yo creo que como siempre es fruto de la evasión forzosa que todo el mundo hace ante la impotencia de poder cambiar un desarrollo histórico a todas luces deficiente y poco próspero en otra cosa que no sean ladrillos, de cualquier tipo) Bueno, después de la pulla, llega mi agradecimiento en este recordatorio a ambos, porque me hicieron rejuvenecer y recordar cuando mi amigo Paco Espinar confió en mí para hacer algunos pinitos en la radio comercial después de pasar meses y meses ideando programas con mi querido Paco Pastor, peleas de estilo incluidas. En fin, volver a los 17 como decía Violeta Parra. Sólo debo  quejarme de su falta de constancia pero la puedo entender, y no solo entender, y justificar en función del ansia que tenían por hacer mil proyectos que van tomando forma y que han convertido en buen número de series audiovisuales, proyectos de estudios y algún que otro amor pasajero  o no. El  colofón de nuestro encuentro radiofónico fue ir a comer a Chinchilla y disfrutar de la feria de Albacete en una tarde magnífica que permitió que nos conociéramos mejor. Ellos han sido la viva muestra de que el interés  a través de la radio alimenta la creatividad, sea cual sea el camino que uno tome después y busque en su vida, y además me permitieron a mí ser consciente de lo provechoso que es ayudar a despertar ese afán en la gente por algo que sin saberlo ama. 
También hay una nota discordante que quiero reseñar y no sé cómo hacerlo para no herir ninguna sensibilidad, pero es normal, muy normal que un joven  se pregunte qué interés tiene este tipo tan mayor en él, es lógico que se lo plantee, aunque la respuesta que den las hormonas sea una respuesta equivocada. 
Por tanto quiero deciros que la edad no es óbice para sentirte joven, tanto como uno pueda, porque los años son falaces y te llenan de arrugas por fuera pero en algunos casos, yo creo que la gente más sana,
se mantiene como un niño por dentro: lleno de ganas de aprender y capaz de cualquier proeza en su trabajo. Al menos así es como yo me he sentido al escribir este recordatorio para dos tipos que llegarán donde quieran llegar si saben administrar su tiempo y conducir convenientemente su interés ( Ya sabéis: uno puede irse pero no hacerse; palabra de Chus Lampreave.

martes, 10 de diciembre de 2013

Silencio sobre silencio, una, y sobre silenciar hablo. (SÍ, ES UNA DENUNCIA PÚBLICA)

Creo que debo rectificar parcialmente todo cuanto digo en este post. Rectificar simplemente los cambios, alteraciones extrañas en su ubicación que ha sufrido uno de mis programas. Cuando exista una versión más oficial la publicaré íntegra, porque ahora mismo sólo puedo decir que donde estaba no está y donde está no debía estar; en fin, política de la gestión de la comunicación en las organizaciones.

De sorpresa en sorpresa. Sé que la calidad de algunos humanos es escasa, casi inexistente, pero corroborar que así es y de una forma fehaciente es insultante para la poca inocencia que pueda quedar en mí. Secuencialmente (¡vamos, como un mantra!) he dicho que he sido silenciado en Onda Regional de Murcia a través de un ERE vergonzoso. 

He dicho públicamente un buen montón de cosas, la última: preguntarme en voz alta si acaso parte de la responsabilidad de la muerte de mi padre por un ictus, hace menos de un mes,  no ha tenido algo que ver con ese enmudecimiento radiofónico al que he sido sometido por la  dirección de la empresa que me infravaloró (siempre desde mi punto de vista) durante 16 años, y que él llevó tan mal como pueda llevar cualquier padre que se preocupa y quiere a su hijo. Yo he tenido esa suerte, ser querido, muy querido, y él, mi padre, creo que ha tenido la alegría de tener un hijo que le ha enorgullecido cuanto ha podido y no hablemos de quererle... (Sé que puede resultar injusto para algunos plantearlo así pero también sé cómo le afectó a él).  Decía esto, porque ese enmudecimiento se ha hecho más ostentoso al intentar escuchar en la página web un espacio que me interesaba recordar -para el próximo juicio individual que tendré con RTRM- y encontrarme qué, El fin de semana, como programa específico de Antonio Escolar no existe en la entrada correspondiente en el índice de la Hemeroteca, sin embargo mejor suerte ha tenido EL FINDE, que durante muchos y muy merecidos años ha sido el fruto del trabajo de Ramón García del Real, actual jefe de publicidad. Además  desde que estoy estudiando un Máster en Gestión de la Comunicación en las Organizaciones en la Universidad de Murcia, estoy especialmente atento y sensibilizado con la gestión que de la información -de todo tipo- hacen determinados organismos públicos.


Existe en la red, pero no se puede acceder en la búsqueda general de la página principal de la Hemeroteca, el único resultado que se encuentra es El Escaparate de Onda Regional de Murcia, programa que tuve la suerte de compartir con Carmen María Conesa y cuyo número de visitas podrían contrastarse con los programas de la parrilla actual:  a día de hoy, 12674 audiciones -el archivo más escuchado- de un total de 2110 archivos en total, el menos escuchado tiene 661 audiciones.


 Sí aparece otro programa con foto mía incluída: A CIEGAS EN LA RED, que en su primera etapa yo mismo realicé, aunque en las dos temporadas posteriores han gestionado, magistralmente, Alejandro F. Lorente y Javier Ramos. Sin embargo, no busquen ustedes El fin de semana ( EL FIN DE SEMANA EN ORM: LABORATORIO SONORO) porque no podrán acceder a él. Lo he comprobado hasta 20 veces para no decir una  mentira públicamente. De hecho he tomado varias instantaneas de pantalla, capturas de pantalla, con el fin de que nadie pueda llamarme mentiroso. Otra cosa es, que usted  desde Google o cualquier otro buscador quiera acceder a él, eso sí es posible.

 La pregunta que  me planteo es la siguiente, ¿retirarlo de la entrada general de la Hemeroteca tiene que ver con una fórmula de frenar las entradas o audiciones del programa y justificar de esa forma la decisión tomada por la dirección de la empresa de incluírme en el ERE por falta de versatilidad profesional? o  ¿para esconder los nefastos resultados de algunos  otros programas estrella que no tienen más de 434 audiciones en su archivo más escuchado? ¿Igual todo es un olvido informático? ¿Es posible que mi paso por la dirección de un programa sirva para dejar en evidencia a quien ha firmado esa sentencia de dejarme sin hacer  aquello que más me gusta? ¿O se quiere evitar que aparezca como director de un espacio en la emisora pública Onda Regional de Murcia? Mientras tenga un perfil  de Facebook jamás me silenciarán del todo.  Me extraña que el Comité de Empresa no se haya percatado del asunto. ¿Igual El Colegio de Periodistas de la Región de Murcia debería pronunciarse ante esta manipulación evidente o "desafortunado olvido"? ¿Su decano, sus vicedecanos, sus vocales? 




¡Ah no! Se me olvidaba que son quienes gestionan la radio de una u otra manera. No piensen ni por un  momento que voy a caer en esa acepción cuarta de la palabra achicar que define la RAE. Silenciar una voz como la mía sólo será posible con medidas más audaces, y yo, Antonio Escolar, seguiré denunciando mientras me quede un soplo de vida. Conste que no como carne de perro, ni jamás la he lamido, de eso sí estoy orgulloso. Por otra parte en un momento en el que todas las puertas parecen cerrarse, aunque no soy una televisión autonómica, sí puedo decir que yo no "cierro la boca", me la cerrarán, pero de motu proprio no pienso hacerlo y si beligerante he sido con la palabra hablada, seguiré denunciando cuanto crea que debo denunciar con la escrita, o con lenguaje de signos o con trazos de mi propia sangre (si nos ponemos tremendistas).

lunes, 2 de diciembre de 2013

RECORDATORIO

Debo reconocer que me gusta escribir sobre las personas que aprecio, mucho más que de las que desprecio y muchísimo más que de aquellas que me resultan indiferentes. Mi percepción de lo social no es muy diplomática, simplemente porque expreso qué siento y cómo siento y , la verdad, ni sé si es bueno ni quiero planteármelo. A estas alturas de la vida lo que puedan decir de mí y de mis manías y mi forma de enfrentar cada uno de los hechos vitales que he vivido y vivo con auténtica pasión no es más que una breve reseña de que ni me altera ni me convertirá en enemigo o amigo de alguien. Soy, ciertamente, poco sociable, pero por un motivo: la sociedad me parece un fiasco, me parece la auténtica saboteadora de las bondades del ser humano ¿Por qué? Sencillo, porque cuanto hace el hombre individual queda desvirtuado por aquello que hace el ser social y ¡mira que debería tener en cuenta que individual y social son conceptos muy complicados de exponer sin que aparezcan cambios semánticos a la primera de cambio! Sea como fuere, algo ocurre entre los hombres como colectivo y el ser humano individual que roza la locura y la podredumbre. La humanidad se rige por la ley del más fuerte, el que lo aparenta y el que lo manifiesta o hace demostraciones de serlo; sin embargo, son dos plataformas diferentes que nada tienen que ver con la realidad. El hombre singular es siempre el más poderoso, el que puede poner en tela de juicio todo lo realizado, revertir, anular, hacer una tabula rasa de cuanto existe en la tierra  y en su comportamiento para volver a caer: como Sísifo en el mismo trabajo, en la misma incertidumbre, la misma agonía; precisamente, los anuncios de un futurible son los que mejor encajan con la verdad del ser humano. Un ser humano que busca esperanza desde la angustia y que no sabe vivir la libertad, no sabe regir con cierta normalidad la cuenta de su debe y su haber en el tiempo presente. Sólo si hipoteca su presente, el ser humano se muestra ávido para un futuro de grandes soluciones: la religión sabe mucho de ese axioma. "¿Cuándo entenderemos que no sabemos vivir sin cadenas y en libertad ?".

viernes, 29 de noviembre de 2013

MORDAZA Y GENUFLEXIÓN: EL RETORNO A UNA DICTADURA.

La inminencia de una nueva ley de seguridad ciudadana ha levantado todas las alertas entre quienes creen que la democracia es algo distinto a la forma de legislar y gobernar del partido en el poder. Anteceden las traiciones a ésta del ministerio del interior las de Wert, Mato o Gallardón; por ejemplo, la gran traición de Ruiz Gallardón a su electorado -situado en el centro derecha- (su electorado no él), ya que las medidas adoptadas en el ámbito de su ministerio nos retrotraen a la época del franquismo más duro; aunque eso ya lo sabemos,  hace mucho tiempo que se escenificó en el Congreso de los Diputados la gran traición del ministro de Justicia hacia quienes pensaron que partía de ciertos presupuestos ideológicos de centro, y  han visto en sus palabras registradas, una y  otra vez, por las cámaras del Congreso como una sarta de preceptos ideológicos de la derecha más cavernaria, franquista, en las antípodas de cualquier partido que refleje una mínima actitud de tolerancia democrática. En concreto,  creo que se ha producido, desde que todos conocemos su  afán por ser querido entre el electorado de su partido que nunca le toleró sus opiniones sobre el matrimonio homosexual, muy probablemente influidas por alguna experiencia más o menos familiar, más o menos personal, como hemos encontrado en otros miembros de la formación, que por pertinaz oposición,  han tenido que pagar multas al romper la disciplina de voto del partido que  gobierna como bien ha demostrado en estos dos años de carrera de relevos hacia el más rancio tardo franquismo dentro del decreto y  mando, la revolución silenciosa de los afines al Opus Dei, la revolución silenciosa contra las ayudas a la dependencia, los enemigos silenciosos contra las energías renovables, los enemigos silenciosos de los trabajadores después de alardear de ser el partido de los trabajadores, los enemigos silenciosos de las mujeres, la sanidad...  Y ahora, los enemigos silenciosos de quienes desde la mayor de las tolerancias y el mayor de los respetos se enfrentan a los desmanes de un gobierno que comienza a parecerse, y mucho, a aquella caricatura del verdugo de Berlanga: un gobierno que ha tomado a los ciudadanos como enemigos. Desde luego no a los 1625 multimillonarios que existen en nuestro país sino a los más de 12 millones de ciudadanos que están entrando irremisiblemente en ese gran foso que es la pobreza y que la caridad del gobierno gestiona tan bien con programas televisivos que abundan en lo buenos que somos todos individualmente y la bajeza política de quienes se creen por encima del bien y del mal. No todo es culpa del gobierno, también es culpa de la oposición que ha traicionado una y otra vez a su electorado en los últimos 30 años de democracia. Ver a Felipe González con sus elevadísimos sueldos, hablar de socialismo: da náuseas; tanto como ver la hipocresía usada por la dirección del PSOE en reírse de las bases y, tanto más, cómo atiende las súplicas de multitud de buenos militantes que se sienten excluidos y ajenos por completo a cuanto hace su partido y todo presunto, como el jamón portugués. Cambio de tema: La filiación al Opus Dei del ministro del Interior y sus extrañas formas de entender la caridad, la ayuda, su enérgica actitud ofensiva ante movimientos pacíficos de toda índole,  que se han presentado en nuestra sociedad con un respeto reverencial hacia las autoridades, demuestra que España es un país en donde la minorías siguen ganando a la voluntad masiva de los ciudadanos. La nueva ley de seguridad de un miembro del Opus Dei introduce multas de hasta 600.000 € por cualquier algarabía en zonas eclesiásticas, un remedo legal que -dicen algunos diarios- ha sido redactada por un antidisturbios despechado y que con toda lógica las redes sociales han llamado #LeyAnti15M. Siempre en acto de exaltación  de la multi mencionada y falsa, también deseada, mayoría silenciosa: ésa que sirve para un roto o un descosido. La nueva Ley de Seguridad Ciudadana está siendo diseccionada en las redes sociales con verdadero poder analítico, más que por la prensa afín al régimen que ha votado la ciudadanía, convenciendo de las verdaderas intenciones de un gobierno que parece más un último coletazo de poder del franquismo, completamente amparado, que cualquiera de aquellos gobiernos anteriores a 1975 llamados "los tecnócratas del Opus". El gobierno de Mariano Rajoy, con su aquiescencia en todas las leyes que se promulgan por mucho que se personalicen en las figuras de sus indeseables ministros (para muchos, una mayoría silenciosa, también) sólo pretende devolvernos a una España del pasado, una España en la que la Justicia se alimenta de los grandes centros de poder económico criminalizando a los pobres, a quienes disienten, frente a aquellos que desde la altas esferas (eso se decía mucho hace unos años) mantienen una impunidad extraña, ciertamente extraña, ante cualquier evento de corrupción generalizada, que no por convencional y diario deja de ser extraño y realmente vejatorio para el resto de ciudadanos de un país que camina hacia  la pobreza extrema de sus habitantes menos afortunados. Las distancias entre rentas nunca fueron tan evidentes, ni tan sangrantes. Quienes creímos en una democracia igualitaria nos han dado bien en los dientes, en la razón, y sobre todo en la ilusión.

domingo, 17 de noviembre de 2013

MI PADRE HA MUERTO ¡VIVA MI PADRE!

La noche de san Juan de 1931 nacieron dos mellizos acompañados por ciertas algarabías republicanas y entre los gritos de una madre primeriza que pasó de la felicidad extrema a la tristeza de una pérdida inevitable: el mayor fallecía en unas horas por una asfixia que el médico y la partera no supieron parar ni evitar. El menor, Juan, como el día que vio su alumbramiento, se mantuvo fuerte y pertrechado en esta existencia por la que habría de caminar solo, caminar y hacerse a sí mismo, tan ajeno a los demás como querido por quienes tuvieron la suerte de conocerle íntimamente. Su nacimiento fue fruto de una relación que acabaría en matrimonio religioso de sus padres (obligados por las leyes  del régimen franquista) cuando él ya tenía 25 años. Su vida no es un camino de rosas, en absoluto, sus primeros años fueron los años en los que su abuela materna lo crió y le dio refugio en más de una trifulca familiar ocasionada por algún chato de vino y unos celos enfermizos entre sus padres que le marcaron tanto como las palizas que se vio obligado a contemplar cuando era niño, en el cuartel de la guardia civil de Torreagüera teniendo a su propio padre como protagonista: el pecado del padre fue ser sindicalista, la culpa del hijo, eso, ser hijo de un sindicalista. Tenía que mirar atentamente tantos golpes dieran a su padre las fascistas hordas franquistas para aprender qué no debía hacerse en ese régimen que inició una de las etapas más oscuras de la historia de este país. Mi padre con seis años trabajaba pisando barro en una tejera, sin más comida que la prestada "fiao" a Gregoria, su madre, mi abuela y mujer de armas tomar en todos los sentidos. Mi padre iba después de doce horas de trabajo a una escuela nocturna y aprendió cuanto pudo antes de tener que convertirse en el pilar económico de la familia, una familia humilde que salió adelante con mucho trabajo y arrojo de cada uno de sus miembros. A pesar de tener un aprendizaje básico, mi padre aprendió cuanto fue necesario para labrarse un porvenir. Entró, como su abuelo, a formar parte de la Renfe, de peón, a lo largo de los años conquistó todos los puestos que estaban a su alcance gracias a su inteligencia, honestidad personal y profesional, pasó a enganchador,  mozo de estación, guarda agujas, y por fin con cuarenta y cuatro años se convirtió por méritos propios y una larga oposición en factor de circulación, el máximo  a cuanto podía llegar con su nivel de estudios que era inexistente; sin embargo su actitud honesta y fiel  en más de cincuenta años de trabajo no ha sido suficiente para merecer medallas que otros sí tienen. Ha sido un hombre serio, reservado, muy reservado, pero también querido por sus compañeros, y si no muy popular porque su semblante de seriedad confundía a la gente, respetado por su cordialidad profesional. Todos tenemos una manera de ser con los demás y en el caso de mi padre siempre fue de cordial y amigable distanciamiento. Nos ha criado, con luces y sombras, pero con un sentido de la honestidad y de la ética muy preciso. En un alarde de autoritarismo, nos enseñó a mantenernos firmes en nuestras posturas y decisiones, no dogmáticos, pero sí convencidos de nuestros actos, compromisos y deseos, probablemente, a él, no le dieron tal oportunidad. Nos ha tratado con celo, a veces excesivo, pero siempre fruto de sus vivencias educacionales y su amor desmedido hacia su mujer e hijos. Tuvo siempre un alto pudor por todo y una sociopatía que a mí en concreto me ha contagiado, no como una desconfianza hacia las personas sino como una forma de exigir confianza por confianza. Juan Escolar fue siempre un tipo raro en una época en la que uno tenía que evitar serlo, jamás fue a misa, (salvo a despedir a algún amigo) nunca fue muy sociable entre conocidos, y sin embargo fue adorado por sus amigos, amigos que ha conservado a lo largo de sus ochenta y dos años de vida y que han llorado su muerte tan sinceramente como su esposa e hijos. Sus sobrinos han acudido con recuerdos, muchos, de atención, de cariño, de complicidad. Familias amigas se han desplazado con su corazón para despedir a un hombre raro, serio, cariñoso, tierno, entrañable y con mucho genio, todo hay que decirlo. Juan Escolar "el castaño" ha sido un hombre fruto de la época que le ha tocado vivir, con dos salvedades importantes, ha sido un hombre que ha sabido racionalizar algunas incongruencias personales y sobre todo ha sabido desde la humildad entender todo cuanto le ha deparado una vida tranquila y familiar. Él ha sido nuestro principal ejemplo, una guía imprescindible porque ha sabido cautivarnos por su sentido de la responsabilidad y del honor. Es muy probable que no hayamos estado a su altura los descendientes, pero desde luego siempre hemos seguido cuanto de bueno había en su comportamiento que ha sido  mucho. Ha sido muy buen hermano, muy buen hijo, muy buen marido, muy buen tío, muy buen padre, y sus amigos emitirán el juicio que crean conveniente. Sí hay algo que no ha sido nunca, una persona que se deje llevar por las opiniones fáciles y por actitudes serviles. Ha sido un hombre independiente, de esos que toma la libertad como un concepto real, del que hacer uso. Ha fallecido con tanto honor como vivió, y resueltas todas sus decisiones finales, con el deseo de ser disculpado si a alguien ofendió.  Mi padre ha sido, como todos los padres nuestra cara y nuestra cruz, aunque siempre nos hemos sentido muy orgullosos cuando alguien nos lo mencionaba con un cariño extraño, con una forma de conocerle que nos parecía cercana, tan cercana como aquella con la que nosotros hemos convivido. De su anecdotario estamos seguros que son muchos los recuerdos que quedan en la mente de sus allegados y conocidos. En la mía queda toda una vida de cariño, dolores ya rancios, y agradecimiento por todos sus desvelos y sacrificios, que han sido muchos, muchísimos y que quedan en la reserva de lo íntimo, en ese mundo de convivencia que ya no volverá a existir nunca más, sólo en el recuerdo. Él descansa donde nos pidió hacerlo y con la reserva suficiente para que nadie especule  sobre el dónde, el cómo o el por qué. Mi padre ha muerto ¡Viva mi padre! Tengo que pedir disculpas a multitud de amigos personales a quienes no he informado del deceso por propia voluntad, quería que su despedida fuera una despedida familiar, y sé que muchos que le han conocido tendrán cierto sabor amargo por mi imposición pero cuando uno actúa de una forma lo hace muy racionalmente, acompañado en exclusiva por sensaciones que conviven con él en el ámbito familiar. Juan Escolar ha sido un hombre único, para sus seres queridos y así será siempre para quienes le hemos admirado por encima de lo profesional. Juan Escolar ha sido un padre severo en ocasiones y condescendiente y cariñoso casi siempre, y si algo debemos perdonarle no tengan la menor duda que ha quedado perdonado, si algo nos debió perdonar perdonado ha quedado. La vida continúa, sin él y con su recuerdo permanente en nuestra memoria.  A pocas personas echaré de menos en esta vida como a mi padre y mira que soy de echar de menos a las personas que quiero. Por último quiero agradecer a la unidad de Ictus del hospital universitario Virgen de la Arrixaca un trato mucho más humano de lo que su excelente profesionalidad debiera tener como norma. También es forma de agradecer el servicio público y excelente en calidad que tiene nuestra seguridad social. La atención constante, el cariño demostrado y la amabilidad excepcional de todo el equipo no entra en su sueldo, eso es imposible de pagar. Gracias, porque sé que vuestro trato humano ha estado muy por encima de vuestra profesionalidad, y esta última nos ha sorprendido por su eficiencia y determinación. Es la mejor forma de agradecer a los profesionales su dedicación dentro de una sanidad pública de la que nos quieren privar los enemigos de todos. También  tengo una pregunta que jamás tendrá respuesta y es la siguiente: ¿en qué grado son responsables de ese ictus mortal quienes han sentenciado a su hijo a un futuro incierto, provocándole a él, a mi padre, un sufrimiento que no ha podido superar? Espero  que si así ha sido caiga sobre la conciencia del culpable y llene su vida de lágrimas, de igual manera que mi padre las ha dejado caer en soledad durante estos seis meses.

domingo, 3 de noviembre de 2013

RECORDATORIO: UNA AURORA QUE ILUMINA


¿Me matará por este atropello a la intimidad? No. Antepongo mis dos manos antes de pensar que pueda suceder. No tengo un día ni dos, como alguien solía señalar avalando mi (nefasta o supuesta) madurez. Ella es mi princesa. Lo elegí el día que la conocí. El día que supe que nos caíamos tan bien que no parábamos de reír, el día que la escuché absorto sin poder articular una palabra descubriendo no solo una imagen agradable también un cerebro poderoso y una energía sin límites. Sus espacios radiofónicos llevaban su propio nombre y me permitieron conocer mejor, mucho mejor, toda esa historia que más de una vez contaba en radio sobre las antorchas de la libertad, la historia de un sobrino de Freud y el proceso seguido por la conducción del colectivismo a través de las relaciones públicas (primero) y la publicidad después. Siempre he hecho referencia a un documental magnífico de Adam Curtis (The century of the self) que me ha obligado a  valorar mejor ese varapalo que ha conducido al ser humano colectivo a su proceder actual después de un análisis (aún no sé si certero) de las claves psicosociales del siglo XX, las políticas de control de masas y el  auténtico desfile de ideales sobre consumo que ha educado a los hombres y mujeres del siglo XXI. Mi "mantra" diario era decir que el marketing es manipulación, es conducción asesorada y medida por tus propias voliciones o deseos, y por una catarata de fantasías que irrumpe en una realidad tan atormentada como adornada y alienada ante algunos puntos básicos de la conducta humana, que de tan básicos son fácilmente controlables  por aquellas esferas de poder que pueden permitirse hacerlo; y en ello se fijó el mencionado sobrino de Freud: Eduard Barneys. El día que irrumpió en mi estudio de Radio con toda esa parafernalia de mujer extremadamente complicada a pesar de la sencillez que mostraba en todo, no tuve más remedio que alardear con los cuatro datos que había memorizado del documental de cuatro horas para obligarle a tomar una altura que ella ya poseía y que ha sabido administrar con una elegancia extrema y una puesta en escena única. Su cercanía, su voz determinante, siempre matizada por el más poderoso de sus órganos: el cerebro, blandían una espada de justicia e ideas  muy extrañas para mí que  nunca he lidiado con el mundo mercantil y siempre he pensado, más o menos, encubiertamente,  lo que antes dije: que el marketing era manipulación de ideas, manipulación de conductas y manipulación de personas. No obstante a lo largo de un buen montón de encuentros supe entender que si bien soy cabezón en mis apreciaciones de carácter ideológico también soy maleable en función de las enseñanzas magistrales que fue exponiendo en la radio semana tras semana  y que, perfectamente, me ayudó a entender aquello que ya consideraba un desmán y una especie de autarquía del dinero. Aún así, supo convencerme de un buen montón de asuntos: el primero es que sin valores éticos no existe el comercio, al menos no existe en un largo plazo porque el sistema  que pretende demolerlo en detrimento de unas relaciones de servidumbre bastante preocupantes sólo conseguiría su autodestrucción. Aprendí que existen multitud de formas de planificar un negocio y, ante todo, lo malos que somos en ello y lo buenos que podríamos llegar a ser si atendiéramos a la lógica, a la ética y al conocimiento empírico. Vamos, si conociéramos realmente el legado aristotélico.
Y era el ocio de nuestros encuentros aquello que  más valoraba porque aprendí que ése era el sistema perfecto de acotar el interés de los oyentes, comunicando no solo una serie de conocimientos, también buenos motivos para mantener la atención y sentirse cómplices de nuestro juego, aquél que jamás se nos fue de la manos pero que sí nos arrebataron con un trozo de cinta americana cubriendo nuestros labios y una patada de olvido en el trasero.


sábado, 2 de noviembre de 2013

RECORDATORIO: ÁNGELES Y DEMONIOS

¿Dos Ángeles o dos demonios? No tengo la respuesta ni deseo saberla.
El trabajo no es cualquier cosa. Entiendo a las facciones religiosas que lo consideran imprescindible, aunque mi contacto con la religión sea puramente artístico, nada más. La radio da mucho de sí, mucho. Hay quien prefiere modelarse públicamente como una especie de estrella mediática que raras veces mantiene la honestidad necesaria para experimentar eso que se llama autonomía. Haberlas, haylas (por cierto muy buenas en su trabajo) pero son las menos, el número de falsas estrellas en el firmamento es casi casi proporcional al número de falsos alumbramientos vistos en el cielo -cada vez más difícil de contemplar-. Es como si todas esas estrellas fugaces que tanto nos gusta descubrir en mitad de la noche se hicieran omnipresentes no dejándonos apreciar el titilar de Polaris, Betelgeuze o Canis Majoris, u otras más insignificantes por su tamaño y más cercanas por familiaridad como las del cinturón de Orión o las Pléyades. El mundo mediático es parecido: hay estrellas que brillan sólo por el artificio de su roce contra un elemento extraño, contra elementos extraños en el universo, como puede ser una atmósfera adherida gravitatoriamente a un insignificante planeta de la Vía Láctea, hay otros que necesitan ser vistos en compañía de muchos para ser apreciado y de esta manera conseguir que el conjunto marque un resplandor visible a los ojos de quienes se fijan, a veces con largas vigilias y otras con infructuosas esperanzas. Existen otras muchas variables como en la matemática cuántica, y, por último, existen las estrellas, ésas que alumbran desde hace millones de años y lo seguirán haciendo durante miles de millones manifestando su poder sin llamar en exceso la atención, ocupadas de lo suyo, no de que las vean brillar. También es cierto que una estrella no solo brilla, emite radiaciones de todo tipo que no existen, ni existirán por naturaleza en las llamadas "estrellas fugaces" porque aunque así las llamemos, todos sabemos que no tienen de estrella nada, absolutamente nada. Sólo la confusión y el desconocimiento nos ha llevado a denominarlas así: un simple grano, como mucho un par de kilos de roca y polvo cósmico en combustión con nuestra atmósfera. La verdad es que no he mirado el significado etimológico de estrella (mea culpa) antes de escribir estas palabras, pero es que no quería realmente hablar de estrellas aunque me haya salido esta comparativa con la amistad, con la grandeza de espíritu de algunos, con la cercanía por empatía hacia alguien, o simplemente porque su inteligencia te recibe con una gratitud enorme. En eso siempre he sido afortunado. Nunca he pedido deseos a las estrellas fugaces porque siempre me ha parecido una pérdida de tiempo; sin embargo, sí que me ha gustado conocer por qué brillan las estrellas, por qué emiten su luz a gúgol(es) de kilómetros y cómo su luz llega siempre, llega con garantía de darse a conocer y descubrirnos una información valiosa y única, como las personas, a eso es a lo que iba. Por mucho que me gusten las estrellas (que me gustan) he de reconocer que me gustan más las personas, no todas, ni muchas, sólo aquellas que por algún motivo indescriptible e irrazonable te atraen sin más motivación que beneficiarte con su radiación (que nunca se sabe lo benévola o perniciosa que puede ser). A eso me refiero. Mi trayectoria en el mundo de la radio es como la de un cuerpo intergaláctico que se ha acercado a multitud de distintas estrellas/personas y ha conocido sin quemarse, sin fundirse con ellas, sin rozarlas siquiera, ese hermoso fenómeno que llamamos empatía y que aún está por descubrir totalmente.  Y es cierto que algunas las he admirado por su luz a pesar de detestar su mortífera radiación, igual que otras  me han seducido por su conjunto, por su aspecto, brillo, grandeza, composición y todas esas posibilidades analíticas que puede ofrecerte cuerpo de tal magnitud. En la radio, ha sido parecido: he sentido admiración profesional por hombres y mujeres que nunca me atrajeron personalmente, y no me he cansado de repetirles lo estimulante que era su trabajo para los demás; he sentido admiración profesional y personal por gente que ha demostrado una calidad humana (a mi parecer) extraordinaria; también he sentido mucho cariño por personas que no me aportaban nada en lo profesional y sin embargo eran encantadoras en lo personal; aunque a mí, lo que siempre se me ha dado bien es ignorar a quienes ni me aportaban ni me sugerían nada y más bien se convertían en una especie de parásito de los demás. Es mi carácter, nunca he sido diplomático, la falsedad diplomática me parece hermosa en quien la posee pero no en quien la representa. En esto soy un poco "platónico", no vale que quieras engañarme con una representación de ti mismo, en absoluto llegaré a aceptarte si no siento que tú eres tú y solamente tú, no una mímesis de aquello que tú quieres hacer ver en los demás.  Tal vez por eso sean tan pocos los amigos que han encajado en mi (escaso) universo personal como buena gente y buenos trabajadores. Vuelvo a decir que se trata de una cuestión empática que aún está por descubrir. Eso sí, hay grupos de personas por las que he sentido aversión, no sé si desprecio (es posible que ellas sintieran eso, aunque no estoy muy seguro de que sea ése el sentimiento que se corresponde de mi actitud hacia ellas). Gente que me ha decepcionado tanto que no he sido capaz de remontar eso que yo llamo la cuesta de la cortesía y que a pesar de mantener la educación, no me han permitido las entrañas, las ganas o aquello que sea, acercarme  con voluntad amistosa. Es más, en algunos intentos, no hipócritas por mi parte, siempre ha aparecido una especie de abismo incomprensible que nos ha separado aún más y (casi me atrevería a decir que mejor) de una forma permanente y definitiva. Hubo una vez que mi desconcierto ante una situación muy complicada, muy difícil, me llevó a echar mano a un muslo de una compañera (prometo por mi honor que sólo con la intención de transmitirle ánimo) y se tergiversó, vi odio en la mirada de la compañera de mi compañera y leí luego en algún lugar que odiaba que la tocaran. Es una de esas situaciones incomprensibles y cuya reacción de espontaneidad te llevan a cometer una falta contra alguien que no lo merece y, más, no siendo tu intención ésa ni por un instante. Es cierto que calculamos, por timidez, muy mal nuestras expresiones de dolor, peor que las de alegría. Es mi apreciación, al menos.  Igual que encuentras personas que te transportan con solo mirarlas, te llevan a una especie de extraño e incomprensible "nirvana" por el simple hecho de estar en su cercanía. Cuando eso me ha ocurrido y han sido muchas las veces, la sensación que se acumula en el alma es muy confusa, mucho, no conocer bien a qué naturaleza responde, qué es aquello que te hace sentir tal comodidad, por qué te encuentras bien con esa persona de una forma química. ¿Es una pregunta que tal vez no tenga respuesta? Soy más capaz de contestar a lo contrario que a la sensación de bienestar que pocas veces se convierte en otra cosa que eso y que sí genera una cierta preocupación en algunos por sentirse demasiado cómodos, confusamente cómodos. Recuerdo el día que conocí a un joven de mente privilegiada y cerebro brillante. Acercarme a él era un problema enorme porque siempre estaba en juego la pregunta que cualquier joven se puede hacer sobre las intenciones de un "señor mayor", es la pregunta más normal y clara del mundo. ¿Que quiere este tipo de mí? La respuesta no es tan clara sin romper algunos estereotipos. La gente teme, no se fía, no sé si es normal, porque yo mismo viví esas circunstancias con peor suerte, pero no entra en nuestros planes enfrentarnos a la honestidad, preferimos rechazar de lleno una amistad, antes que no comprender su utilidad, su idoneidad, su viabilidad. Acercarte a alguien por el mero hecho de sentirte cautivado por una capacidad intelectual única, u otra cualquiera, es siempre contraproducente por lo que decidí retirarme de mis intenciones, honestas, antes de causar cualquier daño o duda. Nadie tiene por qué sufrir tu síndrome de Peter Pan -me dije- ni tener un mal sueño siquiera. Otras, he tenido la sensación de tener un vínculo con alguien que poco o nada tiene que ver contigo y que, sin embargo, te atrapa por su especial jovialidad y probables deseos de romper una vida llena de monotonías variadas. Acercarse al fuego del intelecto es una de las grandes maravillas de nuestra evolución, empatizar, saber qué piensa antes de que se pronuncie es uno de los grandes placeres del ser humano, que alguien sea capaz de incendiar tu creatividad y que ese estímulo sea de ida y vuelta, es único. Por ello he puesto la fotografía de dos ángeles y dos demonios, uno de ellos falta porque es quien realiza la foto. Es el momento en el que uno siente que debe ensalzar la amistad, conocer al detalle esas sensaciones que quedan tras mucho tiempo de convivencia y el poso de sabiduría transmitido por una actitud diáfana ante quien te rodea. Es ésta una forma, no sé si un poco dudosa de agradecer aquello que te convierte en invulnerable cuando los problemas llegan y tienes que hacer frente a ellos con una fortaleza que no sabías que poseías. También es la forma de agradecer los mimos y cuidados de muchas personas que han sido más cercanas de lo que uno cree y han dejado mayor huella de lo que uno esperaba.

RECORDATORIO: EL DUELO DE TITANES

Sí, es posible que "ande" demasiado desocupado para visionar fotos antiguas, fotos del pasado cercano o lejano -según se mire- pero es bueno hacerlo, es una manera de recopilar sensaciones y recuerdos irrepetibles y retazos de memoria de entrañable solidez. En mis días de vino y rosas en la radio, he de reconocer que siempre fui un capullo con suerte, he tenido el honor de encontrar gente extraordinaria que ha dado muestras de su valor gratis y de que su valía necesitaba un empujón, o no, en algunos casos, aunque sí una cierta publicidad positiva y dejarles trabajar. Las medianías pueden callarme, negarme el trabajo por no ser de la misma "calaña", pueden sustraerme el derecho a expresar libremente actitudes y comportamientos no sectarios, pueden negarme el derecho a informar y entretener a los oyentes de radio, pero jamás podrán negarme el placer del disfrute pasado con verdaderos genios del medio, oscurecidos por una política periodística que todos sabemos cómo funciona en esta región, en donde vale más quien más parentescos acumula en sus cuatro apellidos. Es la realidad que conozco, y que nadie podrá refutar sin darme pie al uso de multitud de ejemplos concretos. El segundo grado de servidumbre establecido es el de connivencia política: dieciséis años dan mucho de sí para conocer específicamente quienes se acoplan a este sector con nombres y apellidos. Mientras, la valoración del esfuerzo, el trabajo, la excelencia profesional, siempre está en un tercer grado permanente, un tercer grado que impide que la clase periodística de esta región tenga unos mínimos aceptables (y que me perdone quien honrado se considere en cuanto a valores deontológicos y morales) porque en dieciséis años sólo he visto redactar notas de prensa y ninguna investigación que no tuviera como objetivo desacreditar a quien no está en el poder (político y económico) desacreditar con palabrería hueca y decidida a quienes son marionetas de esos poderes por un "puñao de perras" (como he escuchado decir a algún empresario), capaces de chuparla mejor que profesionales de la chupaduría-. Permítanme decir que he tenido que comprobar cómo el nepotismo ha llegado hasta consecuencias extremas en esta región sin que nadie haga nada por remediarlo y he visto la labor de increíble trabajo  de un profesional universitario, los frutos obtenidos delegados en el sobrino o hijo de alguien, con el beneplácito del alguien y de quienes rodean al alguien sin el más mínimo ejercicio crítico, más bien todo lo contrario con pleitesía servil a viejas glorias del franquismo que todavía siguen opinando en tertulias rediofónicas sin apearse de sus pensamientos de adictos al régimen, por cierto, que tanta popularidad empieza a tener cuarenta años después de su "discutible" (con más razón ahora que nunca) final. 




No confundan todas estas frases que anteceden mi discurso con inquina, con rabia o con una palabra que no me sale pero que seguro es la más adecuada para expresarlo, no. ¿Alguien sabe qué es la libertad? ¿Hacer real el principio que expresa sus convicciones y sus propuestas en orden a una ética concreta y al respeto máximo hacia las personas, al margen de una dictadura de los medios y de lo políticamente correcto? Pues ésa es mi guía, la de sentirme libre para decir y exponer lo que quiera con la garantía de saber que puedo hacerlo y sin miedo a las consecuencias (más de uno, o una, resoplará diciendo: ¡Vaya berenjenal en el que se está metiendo! No. Las berenjenas son muy visibles y muy duraderas; uno tiene que saber cómo y cuándo se cogen, cómo cortar el tallo para que amarguen lo menos posible y qué platos preparar con su carne), conocer qué penalidades produce el sistema y "cuan" solo se haya uno en esta elección. 

De vuelta a lo de mirar fotos de un pasado lejano o cercano, según se establezca, he de reconocer que cada momento retratado es único y daría para descripciones de enorme pulcritud intelectual y de infinitas consideraciones sobre el tiempo o el momento, el lugar, las mujeres, los hombres, el ambiente, los rostros y aquello que esconden, también qué reflejan; las miradas veladas y las miradas que se ocultan, la interpretación del propósito, la genialidad de la exposición, el verdadero camino seguido entre ésta y cualquier otra entre los cientos de álbumes que guardo con celo infantil.


Alejandro Lorente y Alberto Frutos. Dos Titanes cuyo duelo siempre significó: queja envuelta en esperanza.
Mis percepciones no están siempre ubicadas en un espacio-tiempo, al menos, no las sensaciones que deja el recuerdo de esa imagen, que me ayuda a olvidar cuanto ocurrió ese día y sí me permite recordar su valía simbólica. ¿No les parece la imagen teatralizada? Realmente, ese pulso es ficticio. No se pueden acariciar las manos en una supuesta lucha y los dedos y metacarpos no revelar tensión alguna, igual que los rostros de los protagonistas impresionados. Ambos son rostros ajenos a la tensión externa y sí a la interna, cada uno guarda en su mirada un arsenal de perfectos ataques que no se corresponde con la torsión que cabría esperar del espíritu, y sin embargo, aquello que reproduce la imagen visual, se encuentra a años luz a la imagen sonora que ambos dejaron de este momento único: un "Duelo de Titanes" que amenizaba cualquier cama, cualquier coche, cualquier lugar en el que fueran captadas esas ondas sonoras transportadoras de simpatía, erudición, trabajo, altruismo, concordia, positividad (dentro de un clima de queja constante, eso sí). 
La imagen fotográfica revela a dos seres inmersos en sí mismos y ajenos en todas sus facetas a cualquier cosa que pueda llamarse lucha. Ambos mantienen el "órdago" en el más íntimo secreto, sus rostros, lejos de convertirse en impenetrables invitan a extraer de sus facciones y disposición enseñanzas sobre la personalidad de los protagonistas. A simple vista y sin conocer la imagen sonora ofrecen una caricatura de sosos, es verdad, sin embargo nunca lo fueron, todo lo contrario. Son dos rostros que deberían decir mucho en el futuro porque son miradas limpias las que enfrentan: uno a la lejanía y otro a lo más cercano, como una especie de simbólica actitud de sus retos profesionales. Ambas imágenes (por separado) están envueltas en ese carácter "aurático" que "Benjamin" exculpaba a toda fotografía que no mirase a los ojos del espectador: ambos rompen esa teoría en pedazos, en espejo de múltiples dimensiones que algún día permitirá que resuenen con la magia y el poder de que son capaces. Y qué decir de la suerte. ¿Está siempre con quien más la merece o más la necesita? Esa es  una pregunta de complicada, difícil y baladí respuesta. 

viernes, 18 de octubre de 2013

ERE, JUSTICIA Y MUSAS



Aún no tengo datos sobre la sentencia del ERE, ajustada a derecho por los magistrados del tribunal superior de Justicia de Murcia, pero sí tengo la sensación  que me produce y unos versos de Píndaro (Olimpia Im 28 (Bowra)  (haced uso de la wiki) que identifican como pocos el problema: 


                "...En verdad hay algunas cosas maravillosas y algunas 
               veces también adornando con abigarradas mentiras/ 
               la fama de los mortales por encima de la verdad,
               engañan por completo los mitos./
               Pero la gracia, que todo lo dulce procura a los mortales,
               /aportando/
               honor, incluso lo increíble hace que sea creíble muchas veces". 



O estos otros de Hesíodo (sé que no está de moda la filosofía ni el griego, ni el conocimiento más profundo de las cosas pero  yo no soy un hombre a la moda). Dice Hesíodo (Theogonía 22): 


                 "....y estas palabras primeramente me dijeron  las diosas,
                 /las Musas del Olimpo...
                 / sabemos decir muchas mentiras que parecen ciertas /
                 y sabemos, cuando queremos, proclamar la verdad". 


jueves, 17 de octubre de 2013

QUERIDO FERNANDO ¿QUÉ NO SABES TÚ?

Estés donde estés -en mi recuerdo, al menos y siempre- no te molestes, no saben lo que hacen, o sí. Una gloria del cine, del teatro, de la televisión, de la literatura, de la radio, de la cultura de este país no merece (al parecer) que su nombre posea una insignia de recuerdo en una ciudad tan suya como Madrid. Yo estoy convencido de que jamás usarías ese vocabulario que tan mala fama te dio en los últimos años, y un silencio y un gesto serían suficientes para poner en evidencia a quienes ultrajan tu memoria. Yo solo te conozco por las películas, las series, los libros... y jamás tuve oportunidad de acercarme a ti más que a través de cualquier medio de representación, sin embargo, siempre encumbré tu grandeza en frases pequeñas, en chistes supuestamente malos, que radiografiaban nuestra idiosincrasia con matemática precisión. Las palabras que le escribiste a la Ponte son epitafios certeros de qué significa ser español, las ideas sumergidas en risas ingenuas, transportaron siempre, a algunos, a un nivel del conocimiento cuanto menos paródico de la realidad que interpretabas con placer, con grandeza, con visión de eternidad. He visto gestos en ti que antes había descubierto en las gentes de la calle, he podido comprender sensaciones y pensamientos ocultos gracias a ese semblante duro y enérgico que tantas cosas callaba, o guardaba para expresar después. Creo que los grandes del cine siempre te admiraron, pero fueron más, los de abajo, los de siempre, quienes te convirtieron en un amigo mediático -aunque a ti no te gustara- de tanto idolatrarte y quererte. La medida del tiempo que dabas a tus actuaciones son dignas de un millón de premios y, ahora, la ideología, aquella España que tan certeramente retrataste una y otra vez, te niega el derecho a ser nombrado como un Lope de Vega del siglo XX. El cainismo nos convierte en peligrosos, y actitudes cainitas como las que emanan de la decisión de un consistorio podrido, antidemocrático, con ínfulas de legionario de cristo y todas esas paranoias tan  de "El viaje a ninguna parte" vuelve a nuestra realidad con fuerza, con una fuerza inaudita, vergonzosa, inexplicable. No sé si ser mal educado y decir aquello  tuyo, tan famoso, de: "A la mierda". Siempre odié que te indentificaran con esas palabras pero ahora veo claro que era una señal de futuro. Hay verdades que sólo son aprehensibles desde esa actitud enfática. Ésa, y la frase que resume la historia de España: "Estaba deseando que viniera usted para acá señorito para decirle una cosa mu delicá...."


No te molestes Fernando, seguiremos queriéndote siempre quienes siempre te hemos querido.

lunes, 14 de octubre de 2013

COMIENZA EL JUEGO

Es pronto para reseñar las sensaciones que me produce adentrarme en la facultad de comunicación de la Universidad de Murcia. Voy a realizar un máster, acreditar mis conocimientos y al mismo tiempo aprender todo lo posible sobre técnicas de comunicación y la gestión de la comunicación en las organizaciones (sistemas), justo ahora que los están alterando tanto con gestiones destructoras de la posibilidad de interpretación de la  información. Entre otras cosas, tendré la oportunidad de separar el concepto de la comunicación  del concepto de periodismo al que estoy más famíliarizado. El caso es que voy a convertirme en un "investigador" por primera vez en mi vida, nadie sabe la ilusión que me produce ese hecho. No quiere decir que nunca haya investigado,  lo hice en multitud de trabajos en la licenciatura de Historia del Arte, pero es una situación nueva, oficial la que me avala. Yo soy de los niños que tuvieron que estudiar algo distinto a lo que deseaban porque en aquella época, como la venidera, no era fácil conseguir una beca, ahora no puedo pedirla, pero mi despido en Onda Regional en el ERE que está por ajusticiar, si se me permite el término, hará posible que me adentre en un mundo mágico del que no busco más que aprender -una constante en mi vida- es como si el Laboratorio Sonoro se convirtiera en realidad y emergiera con cuantas innovaciones produjimos a lo largo de dos años. Ahora es el momento de poner en práctica muchos conocimientos ladeados en importancia, dormidos en el deseo de realizarlos algún día. Sea como fuere, he descubierto una especie de ilusión infantil mientras me enfrento a otro fantasma más general y lastrante, que espero genere una vuelta de la ilusión por un mundo que se empeñó siempre en restarla de mi voluntad y de mi deseo. Traspasar la barrera de la licenciatura, algo que un cura me dijo que nunca hiciera, es una sensación de nerviosismo que me produce una alteración infantil. Me deseo suerte en este viaje por el conocimiento y por el método científico, y  me acuerdo de algunas personas que merecen el máximo respeto y que probablemente no sabrán cuánto me han ayudado, ellos han sido mis profesores, profesores del sistema público de enseñanza: Miriam, Hortensia, Benito, Maria José, Alfonso, Virginia, Mario, Teresa, Conchita, Cristóbal, Miguel Ángel... Por mi edad no debiera permitirme esta sensación de juventud, tampoco la de felicidad, sin embargo, es superior a mis fuerzas.