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martes, 21 de mayo de 2013

Igual que en un escenario finges tu dolor barato, tu drama no es necesario, pues parece PURO TEATRO

Teatro, lo tuyo es puro teatro, falsedad bien ensayada.... Pues eso: Sea teatro o verdad, sólo quiero decir que la farsa creó tal catarsis  que ahora no sé qué es verdaderamente lo que ocurre. Llevo años trabajando diligentemente a pesar de elevar mi voz, en el silencio institucional, podría decirse, arropado por gente extraordinaria que se ha unido a mí por una extraña razón o un extraño cruce de pareceres. Ahora tengo que agradecerles a todos todo lo que han aportado a mi pequeña y estereotipada personalidad. No quiero nombrar a nadie, ni mencionarlo siquiera, porque son tantas las voces que quedan apagadas junto a la mía que me parece difícil abrir la boca de nuevo. Sea como sea, mi gratitud será eterna a la devoción con la que me han tratado, al quehacer inteligente y variado que han promovido entre todos para hacerme parecer alguien importante a los ojos de algunos, tan importante, diría, que no me han perdonado que lo consiguiera y por ello apagan mi voz (déjenme soñar unos segundos) junto otras personas que lo merecen mucho menos que yo. El Laboratorio Sonoro finaliza esta misma semana, no esperéis encontrar muchas novedades porque los ánimos no están precisamente para alardear. Intentaré por todos los medios hacer un homenaje a cada uno, puesto que todos han sido quienes han contribuido a hacerme concebir la idea realista de que estaba haciendo un programa de radio original, sin ayuda de ningún tipo, he de decirlo, por parte de la dirección de la emisora, tan solo la libertad de acción, que no es poco. Amigas y amigos, oyentes, seguidores de la página, en un momento tan complicado como el que vivimos no sé qué futuro tiene un hombre que  no ha hecho otra cosa en su vida que trabajar ante un micrófono. Igual me veis en algún bar sirviendo churros ¡ojalá lo consiga! o me veis pidiendo limosna, (es por lo de la falsedad bien ensayada y el estudiado simulacro) dadme, entonces algo, no sea que lo necesite de verdad. 





A todo el mundo gracias y perdón -cada cual que se quede con el término que más le guste-.




Atentamente: Antonio Escolar


Preguntas básicas y claras que no harán, previsiblemente, en Antena 3

1-. Señor Aznar, expresidente, ¿no supone una carga demasiado pesada para usted y su familia que el partido que ha dirigido se encuentre en una situación de evidencia ante la corrupción en tantos frentes distintos?
2-. Se ha querellado recientemente contra el diario El país por injurias y calumnias, y ¿tras las declaraciones de Pío García Escudero, presidente del senado y otros miembros del partido popular que admiten el cobro de sobresueldos, mantiene usted la querella contra el diario, y mantiene públicamente que no recibió sobresueldos por parte de Barcenas o el partido?

3-. De nuevo El País arremete contra su honor y el de su familia, esta vez por el pago de la red Gürtel de más de 30 mil Euros  en la boda de su hija Ana. ¿Es esta información motivo de querella?

4-. El número de escándalos de corrupción que salpican la vida pública y salpican a su partido en concreto, sería motivo de un pacto por la regeneración política? y como anexo ¿Es usted partidario de la impunidad como arma de defensa para los corruptos?

miércoles, 15 de mayo de 2013

Y presume de gobernar

Así están las cosas. Sobramos los trabajadores, ninguno de los 11 altos cargos que ganan entre 10 y 15 millones de pesetas al año. Sí, he dicho bien entre 60 mil € y 90 mil €. Éste es el comedido y cauto ejemplo de austeridad que quiere representar ante la ciudadanía el gobierno regional QUE PRESIDE EL SEÑOR Valcárcel. 
Quiero hacer público el comunicado del comité de empresa agradeciéndoles tanto esfuerzo, diligencia y celo por conservar un servicio público imprescindible.

COMUNICADO COMITÉ ORM RTRM



Queridos compañeros, como sabéis la mayoría que habéis podido asistir a la asamblea, ha terminado sin acuerdo la negociación del ERE en RTRM. La dirección de Radiotelevisión Región de Murcia ha rechazado las propuestas del comité de empresa para alcanzar los objetivos de ahorro sin destruir empleo ni derechos laborales.
Durante el proceso de negociación del ERE, concluido hoy, los trabajadores hemos insistido en que las causas económicas son inexistentes y que, si es necesario ahorrar, hay fórmulas que no dañarían a la plantilla. En cambio, la empresa apenas ha variado su posición inicial, que partió de un recorte de 33 empleos y ha terminado finalmente en ofrecer la disminución en un tercio de ese número, a cambio de renunciar a la aplicación de diversos puntos fundamentales del Convenio Colectivo y de rebajar el salario en un diez por ciento.
No han sido atendidas propuestas que implicaban una racionalización de la estructura directiva más acorde con la actual dimensión de RTRM, ni rebajas en los salarios de directivos y personal de confianza o en sus complementos, ni en medidas temporales de reducción de jornada y sueldo, además de otras economías en contratos externos, principalmente en la televisión. La empresa en todo momento ha pretendido hacer recaer todo el esfuerzo y el sacrificio exclusivamente en sus trabajadores.
El comité de empresa ha sometido la situación a la asamblea de trabajadores, que ha decidido por unanimidad rechazar la propuesta empresarial y ha respaldado el desacuerdo con el ERE. 
Los trabajadores de RTRM y Onda Regional vamos a continuar luchando por el desarrollo de un servicio público de calidad como el que la sociedad murciana se merece. El comité de empresa, formado por UGT y Comisiones Obreras, llevará adelante cuantas acciones sean acordadas por los compañeros en la defensa de los puestos de trabajo y del cumplimiento legal del servicio de información, formación y entretenimiento que se viene cumpliendo desde 1990.
Damos las gracias a todas las personas, organizaciones e instituciones cuyo apoyo hemos sentido durante el úlitmo mes, y cuyo afecto seguimos reclamando para que no se materialice la intención evidente de cercenar el derecho ciudadano a mantenerse informado en cada ciudad, pueblo y comarca de la Región de Murcia.
¡NO AL ERE!
¡POR UN SERVICIO DE RADIOTELEVISIÓN REGIONAL CON CALIDAD Y DIGNIDAD!

Como muchos sabrán, soy una de las 22 personas integradas en la lista de próximos despedidos en esa infame maniobra que quiere llevar adelante el señor Valcárcel, presidente de nuestra comunidad, en concreto, y el señor vicepresidente regional en particular, el mismo que no presenta sus haberes ante los ciudadanos por no considerarlo de importancia o trascendencia política, Juan Bernal. Casi 20 años de poder omnímodo en el gobierno y en la Asamblea Regional daría para hacer muchos análisis, de hecho se hacen pero no tienen repercusión mediática en una región en la que sólo existe una línea editorial: aquella que marca la publicidad institucional y el dedo siempre soberano del capitalismo más salvaje. Como podéis comprobar empiezo sin pelos en la lengua ni mordaza alguna que me haga sentir afín a ese partido ni a ningún otro. Es más, proclamo que, por sanidad democrática, el partido en el poder debía sufrir un ERE más cruento que el que estoy padeciendo junto a 22 compañeros desde hace un mes y con la plantilla de ORM desde hace diez meses,  pero ya lo dicen los grandes medios nacionales: si hay un granero de votos de la derecha, ése, es Murcia. No importa que se midan los niveles de pobreza que triplican los de la media nacional o se haga pública la historia reciente del agua, en la que la sumisión contrasta con aquella postura  de encendido desacuerdo con el partido socialista en Castilla la Mancha, ni siquiera, los niveles de abandono escolar, ni los sueldos mínimos y minúsculos de la clase trabajadora, ni las pensiones paupérrimas de las que gozan los murcianos en general. Nada tiene fortaleza en el terreno de la verdad por desistimiento de la parte más importante: el electorado, que extrañamente se siente rico de espíritu con pensiones que no llegan a los seiscientos euros. En fin, esa fanfarria constante del  que  quiere sentirse mucho más de lo que es lo estamos comprobando incluso médicamente. Un estudio clínico reciente sitúa a los españoles con una percepción de sí mismos como más altos y delgados de lo que realmente somos. No deja de ser curioso o paradójico o, incluso, vomitivo, pero las cosas son como son y no podemos sustraernos a su naturaleza. Ese granero de votos de la derecha se ha convertido en un conjunto de mandos y  leyes  "cortijeras" (permítanme el uso de ese término) que la justicia parece haber santificado como dogmas de fe y asfixian a ciudadanos que por extrañas razones parecen disfrutar del sadismo -parafílico- con el que nuestros gobernantes, regionales y nacionales nos  regalan ladrillos, pérdidas de lo más glorioso de esta región: la Naturaleza, en un sin sentido constante y, como digo, cortijero. Embarazan las mentes de  fantasías en forma de llegada de grandes gallinas  ( de aquellas de la pata gorda) que llenarán el granero de huevos de oro y, evidentemente sólo recogen unos poquitos elegidos, como las mieles de los contratos regionales y nacionales, según se desprende de las últimas investigaciones del juez Ruz  sobre financiación irregular del Partido Popular. En  cualquier caso, este preámbulo, largo, larguísimo, es sólo el comienzo de lo que está por llegar.

 Personalmente detesto el tono de telepredicador que adquirió en su momento el presidente de la comunidad, como ejercicio solidario con aquel otro tan simpático que se llamó Juan Cuesta y pertenecía a la ficción. Con el mismo tono, ha amedrentado a su oposición sabiendo elegir los más dispuestos perros de "pedigrí" que le permitan abocar a los murcianos a una política de grandes éxitos en el terreno de la fantasía únicamente, o ha sermoneado a lo Savonarola en los grandes eventos que nos harían ganar tanto y cuanto; eventos en los que las monedas de oro saldrían a espuertas por los bolsillos de los crédulos y agradecidos votantes de la gran granja de adocenados en la que se ha convertido Murcia. Una Región cuya política parece una fábrica de despiece. La mayor parte de los murcianos "obnubilados" con cuatro duros, pagando por trabajar en cientos de ocasiones y cobrando lo mínimo por el miedo bien metido en el cuerpo a no tener nada -en un momento en el que la solidaridad escasea- y  aquellas cofradías que se llamaban sindicatos están más ocupados en defender sus plazas y negocios que en ejercer su labor originaria. 

Por mucho que ataque a unos y a otros como culpables de esta situación me parece que la radiografía siempre sale movida porque lo que realmente está mal es el aparato con el que se hace, por tanto, cualquier análisis o diagnóstico sobre esa transparencia será inútil, será imposible de desentrañar eficientemente y nos ocurrirá como dice Hawking que seguiremos siendo peces en una pecera cuya capacidad para conocer aquello que hay más allá es tan limitada como difusa. 

Hoy se debate si vamos a la calle, cuántos vamos a la calle, a cuántos "privilegios" debemos renunciar para que sea el menor número posible. Cuando el señor Valcárcel tiene a 11 personas de una plantilla de 86 cobrando sueldos que superan, en algunos casos, los quince millones de pesetas anuales. Otros, los de segunda clase sólo cobran 10 millones de pesetas anuales, justo lo que sería necesario para no echar a nadie, sin embargo, tener bien cogida por la línea oval la línea editorial exige ese dispendio. Los trabajadores importan poco, son sustituibles y por supuesto siempre son caros para la administración que más gasta en asesorías externas, que avala y declara a la sombra de intereses poco limpios  expropiaciones forzosas de terrenos (que luego no paga)  para que se realicen esas grandes mentiras que el capital considera imprescindibles para hacerse más ricos unos pocos y empobrecer al conjunto de la región vía dispendios de todo tipo (para qué glosarlos). Es probable que este análisis sea muy simple pero la realidad es simple tan simple como quien domina los designios de este predio que camina cual cangrejo, de lado o hacia atrás  manteniendo en la vida pública ese parecer de "churubitos" de casino -decía mi abuelo- y cuyos análisis de la situación son tan equivocados como las leyes Ptolemaicas, sólo porque tienen apariencia de verdad nos mantuvieron 1500 años  creyentes de una mentira  por el simple hecho de que sólo unos pocos llegaban a ese conocimiento el resto con subsistir y callar tenían bastante. Pues como dijo el filósofo de la calle: "Arrieros somos, y en el camino nos vamos a encontrar a diario. Sólo me queda una libertad y hasta el último aliento de mi vida lo dedicaré a desenmascarar a toda esta pandilla de capataces de cortijo que hacen de una región inconmensurable, un espacio sórdido, lleno de cloacas y ladrillos  malgastados.  Y por supuesto no hace falta decir que no represento a nadie ni nadie me representa".

ERE ORM. RECTA FINAL

Como muchos sabrán, soy una de las 22 personas integradas en la lista de próximos despedidos en esa infame maniobra que quiere llevar adelante el señor Valcárcel, presidente de nuestra comunidad, en concreto, y el señor vicepresidente regional en particular, el mismo que no presenta sus haberes ante los ciudadanos por no considerarlo de importancia o trascendencia política. Casi 20 años de poder omnímodo en el gobierno y en la Asamblea Regional daría para hacer muchos análisis, de hecho se hacen pero no tienen repercusión mediática en una región en la que sólo existe una línea editorial: aquella que marca la publicidad institucional y el dedo siempre soberano del capitalismo más salvaje. Como podéis comprobar empiezo sin pelos en la lengua ni mordaza alguna que me haga sentir afín a ese partido ni a ningún otro. Es más, proclamo que, por sanidad democrática, el partido en el poder debía sufrir un ERE más cruento que el que estoy padeciendo junto a 22 compañeros desde hace un mes y con la plantilla de ORM desde hace diez meses,  pero ya lo dicen los grandes medios nacionales: si hay un granero de votos de la derecha, ése, es Murcia. No importa que se midan los niveles de pobreza que triplican los de la media nacional o se haga pública la historia reciente del agua, en la que la sumisión contrasta con aquella postura  de encendido desacuerdo con el partido socialista en Castilla la Mancha, ni siquiera, los niveles de abandono escolar, ni los sueldos mínimos y minúsculos de la clase trabajadora, ni las pensiones paupérrimas de las que gozan los murcianos en general. Nada tiene fortaleza en el terreno de la verdad por desistimiento de la parte más importante: el electorado, que extrañamente se sienten ricos de espíritu con pensiones que no llegan a los seiscientos euros. En fin, esa fanfarria constante del  que  quiere sentirse mucho más de lo que es lo estamos comprobando incluso médicamente. Un estudio clínico reciente sitúa a los españoles con una percepción de sí mismos como más altos y delgados de lo que realmente somos. No deja de ser curioso o paradójico o, incluso, vomitivo, pero las cosas son como son y no podemos sustraernos a su naturaleza. Ese granero de votos de la derecha se ha convertido en un conjunto de mandos y  leyes  "cortijeras" ( permítanme el uso de ese término) que la justicia parece haber santificado como dogmas de fe y asfixian a ciudadanos que por extrañas razones parecen disfrutar del sadismo -parafílico- con el que nuestros gobernantes, regionales y nacionales nos  regalan ladrillos, pérdidas de lo más glorioso de esta región: la Naturaleza, en un sin sentido constante y como digo cortijero. Embarazan las mentes de  fantasías en forma de llegada de grandes gallinas  ( de aquellas de la pata gorda) que llenarán el granero de huevos de oro y, evidentemente sólo recogen unos poquitos elegidos, como las mieles de los contratos regionales y nacionales, según se desprende de las últimas investigaciones del juez Ruz  sobre financiación irregular del Partido Popular. En  cualquier caso, este preámbulo, largo, larguísimo, es sólo el comienzo de lo que está por llegar.

 Personalmente detesto el tono de telepredicador que adquirió en su momento el presidente de la comunidad, como ejercicio solidario con aquel otro tan simpático que se llamó Juan Cuesta y pertenecía a la ficción. Con el mismo tono, ha amedrentado a su oposición sabiendo elegir los más dispuestos perros de "pedigrí" que le permitan abocar a los murcianos a una política de grandes éxitos en el terreno de la fantasía únicamente, o ha sermoneado a lo Savonarola en los grandes eventos que nos harían ganar tanto y cuanto; eventos en los que las monedas de oro saldrían a espuertas por los bolsillos de los crédulos y agradecidos votantes de la gran granja de adocenados en la que se ha convertido Murcia. Una Región cuya política parece una fábrica de despiece. La mayor parte de los murcianos "obnubilados" con cuatro duros, pagando por trabajar en cientos de ocasiones y cobrando lo mínimo por el miedo bien metido en el cuerpo a no tener nada -en un momento en el que la solidaridad escasea- y  aquellas cofradías que se llamaban sindicatos están más ocupados en defender sus plazas y negocios que en ejercer su labor originaria. 

Por mucho que ataque a unos y a otros como culpables de esta situación me parece que la radiografía siempre sale movida porque lo que realmente está mal es el aparato con el que se hace, por tanto, cualquier análisis o diagnóstico sobre esa transparencia será inútil, será imposible de desentrañar eficientemente y nos ocurrirá como dice Hawking que seguiremos siendo peces en una pecera cuya capacidad para conocer aquello que hay más allá es tan limitada como difusa. 

Hoy se debate si vamos a la calle, cuántos vamos a la calle, a cuántos "privilegios" debemos renunciar para que sea el menor número posible. Cuando el señor Valcárcel tiene a 11 personas de una plantilla de 86 cobrando sueldos que superan, en algunos casos, los quince millones de pesetas anuales. Otros, los de segunda clase sólo cobran 10 millones de pesetas anuales, justo lo que sería necesario para no echar a nadie a la calle, sin embargo, tener bien cogida por la línea oval la línea editorial exige ese dispendio. Los trabajadores importan poco, son sustituibles y por supuesto siempre son caros para la administración que más gasta en asesorías externas, que avala y declara a la sombra de intereses poco limpios  expropiaciones forzosas de terrenos (que luego no paga)  para que se realicen esas grandes mentiras que el capital considera imprescindibles para hacerse más ricos unos pocos y empobrecer al conjunto de la región vía dispendios de todo tipo (para qué glosarlos). Es probable que este análisis sea muy simple pero la realidad es simple tan simple como quien domina los designios de esta región que camina cual cangrejo, de lado o hacia atrás  manteniendo en la vida publica ese parecer de "churubitos" de casino que decía mi abuelo y cuyos análisis de la situación son tan equivocados como las leyes Ptolemaicas, sólo porque tienen apariencia de verdad nos mantuvieron 1500 años  creyentes de una mentira  por el simple hecho de que sólo unos pocos llegaban a ese conocimiento el resto con subsistir y callar tenían bastante. Pues como dijo el filósofo de la calle: "Arrieros somos, y en el camino nos vamos a encontrar a diario. Sólo me queda una libertad y hasta el último aliento de mi vida lo dedicaré a desenmascarar a toda esta pandilla de capataces de cortijo que hacen de una región inconmensurable, un espacio sórdido, lleno de cloacas y ladrillos  malgastados.  Y por supuesto no hace falta decir que no represento a nadie ni nadie me representa".

lunes, 6 de mayo de 2013

ALCANCE SIMPÁTICO

Lo bueno de toda esta situación de crisis es que te encamina a una reflexión constante sobre lo que a uno le incomoda o le molesta. Me pregunto, realmente ¿con qué intenciones escribimos en voz alta, a través de las redes sociales nuestras opiniones con más o menos acierto y mayor o menor alcance simpático (etimología griega en exclusiva)? Igual se trata de una forma de buscar la empatía perdida con nuestros semejantes, igual es una forma de acercarnos a quien no te cae bien por sus comportamientos cotidianos y sin embargo sigues teniendo entre la "gente" que merece la pena mantener en ese compás de espera que hemos trasladado al terreno virtual. O como digo dentro de esa comunidad de sentimientos que forman parte de lo cotidiano, que nos llena de esperanzas, de voliciones (me encanta esa palabra), de ansiedad por el encuentro en la existencia aparente -por cierto, cosa no novedosa y completamente inventada ya con la escritura y su difusión- la cercanía en la esencia y el desprecio en la consecuencia. Desde que leí las "cartas philológicas" de Cascales pareciera abrirse un mundo nuevo en la reflexión en voz alta (evidentemente para mí), con la estima por lo erudito sin caer en lo más retorcido del pensamiento abstracto. Las metáforas son imprescindibles pero mucho más los hechos informativos que conminan tu voluntad a aceptar o despreciar políticas (que consideras injustas), con cierto miedo, por aquello de no tener la sensación de no vivir en libertad.

HOY CELEBRO (O NO) EL DÍA DE LA LIBERTAD DE PRENSA

Como un "mantra" repito: "Soy libre", sólo para convencerme de que la vida cotidiana que me rodea me permite serlo sin mentiras y sin eufemismos -en cuanto nombro la palabra me empieza a dar la risa tonta- que señalen lo contrario como un "mantra" mucho más poderoso y letal que aquel que un "mindundi" como yo pueda repetir con fuerzas inusitadas y ganas ceremoniosas de convertirlo en verdad: como los sueños esos que uno alberga de que le toque una primitiva para ser (erróneamente) libre, considerarse, al menos.  En el plano periodístico, sólo quien tiene su hambre e hipoteca  pagadas de por vida puede vivir con esa ilusión -no es mi caso- ahora que me encamino al desasosiego, a la incertidumbre del parado abocado (y podría usar el término "avocado") -por un sistema (¿injusto?)- al banquillo de los suplentes. No voy a mentir en lo que siento al respecto: nunca me he considerado un periodista, soy un hombre de radio, un periodista radiofónico en todo caso, exclusivamente: no sé escribir, no sé  "tertuliar" y, sobre todo, no sé hacer la pelota en un gabinete de prensa por muy bien pagado que esté. Conocíamos, hace unos días,  que el ayuntamiento de Murcia paga bien, muy bien,  cerca o por encima de los diez millones de pesetas anuales, hacer loas a nuestro "munícipe por antonomasia" quedando claro que todos somos contingentes menos él,  que, aunque imputado, es completamente necesario. No hace falta decir que lo mismo que se hace en el ayuntamiento murciano se repite, a mayor o menor escala, en otros medios de comunicación afines al régimen democrático (léase con sarcasmo) periodistas que dicen no comer carne de perro, bueno, eso de "perro no come perro", y son los primeros en pavonear la verborrea grandilocuente que su experiencia les ha ayudado a catalogar como eslóganes del periodismo serio. Y lo más "hermoso" (como las vacas) señalando siempre nuestras debilidades, diagnosticando lo poquito que valemos aquellos que no entramos al trapo de la crítica pura y dura por no tener, supuestamente, capacidades para ello o no entrar en ese juego absurdo de jugar a ser un gran profesional del periodismo puesto a dedo, cobrando una millonada, pero puesto a dedo ¡vamos lo que toda la vida se ha llamado lucir el collar! Como ha hecho hoy uno de los dueños de la concesión de los informativos de 7 Región de Murcia bebiendo y conduciendo, difícil binomio,  para celebrar que la libertad es para unos pocos,  o la que ejercen, al menos eso quieren hacernos creer, quienes se sienten mejores que los demás y lo dicen con ampulosos modales dieciochescos: "¿Quien le ha dicho a  usted que conduzca por mí?" -diría el  ex presidente Aznar-  y ha seguido a rajatabla su jefe de comunicación, y hombre que raramente opta a todos los contratos de las administraciones regionales del partido en el poder, igual que el señor Buruaga, el que se ríe de que los niños coman tres veces al día por disposición de la Junta de Andalucía, y el mucho más silencioso ex-ministro Piqué, reverente hasta la genuflexión  ante las ex-autoridades americanas. Alguien puede decirme que no he pasado una oposición. Es cierto. La dirección de mi emisora en 16 años no me lo ha permitido, es más....(ya lo diré otro día)

Una vez dicho todo esto parece que tengo algo en contra de la clase periodística y no es así. Admiro a quien desde mi punto de vista es admirable, pero ocurre que mi punto de vista es ideológico y práctico a  un tiempo. Hacer un trabajo por hacerlo está bien, pero hacer un trabajo que sirva  a otros y no desde la crítica que se supone a la profesión me parece aberración, como me parece vomitivo hacer gala de nuestro desacuerdo sólo cuando  peligra nuestro pan de cada día. Queda más que claro que soy el más tonto del conjunto pero eso no me ofende, lo siento.  Yo no he firmado facturas falsas,  no he cambiado las ruedas de mi coche con dinero público, no he puesto un pie encima de la carrera de nadie y si algo me hace libre es el amor que tengo a mi trabajo -conste: como otros muchos- que nació a través de las neuronas espejo que hoy me recordaba una buena amiga, las que representan o emulan (en el sentido de la mímesis aristotélica, no platónica) ver a un abuelo pegado a la radio a la espera de que una noticia lo liberara de toda la miseria moral que durante años había alcanzado maldiciendo un régimen  que se cebaba con los más pobres. Esa imagen persistente en mi memoria es la  que ahora queda  de nuevo al ver que todo cuanto se hizo entonces es rehecho con mayor amplitud. Otra amiga me recordaba que la única diferencia entre el régimen actual y el anterior es que en el anterior se ordenaba ajusticiar a los maleantes: yo no lo creo, la gran diferencia entonces y ahora es la misma, y siempre será la misma. Antes teníamos miedo y ahora tenemos más miedo, mucho más, porque en el baremo de "homo sapiens" hemos llegado a un nivel de no retorno. La vida es un extraño fenómeno egoísta que prescinde de todo lo inocuo  y tal vez la libertad lo sea, incluso la de expresión, incluso la de querer romper con ese  esquema del "gen egoísta" a través de un pacto social, a través de aquello  que nos convierte -como dice Rosa María Artal- en percebes, cuando el espíritu inquieto del humano es el de salmón: capaz de morir en el intento por la búsqueda de lo desconocido. Es difícil saber si uno tiene (o no)  libertad cuando desconoce la mayor parte de los ámbitos en los que puede ser interpretada. En el día a día sorprende que esa libertad pueda mostrarse pero no de una forma evidente y constante: las cortapisas a la misma siempre llegan en forma de ERE, despidos improcedentes, desmantelamiento de lo público para que no exista garantía de libertad. En fin, sigo sin saber si soy  libre, pero  puedo demostrar que lo sabré en función del alcance de lo escrito.