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viernes, 21 de noviembre de 2014

EL ERE, UNOS COMPAÑEROS SIN MORAL Y UN CONVENIO DE CRISIS EN RTRM

En un afán por comprender una situación inaudita, los compañeros,  eliminados a toque de pluma por el director gerente de Onda Regional de Murcia, Joaquín Azparren,  en un ERE listado  con las personas a su criterio menos valiosas y parece ser que refrendado por unanimidad, incluso por las propias víctimas, ajenas al paripé que nos hicieron creer, nos ha convertido en las reos más torticeros e inútiles de un despido colectivo en este país. Los argumentos que con verdadera cara de pena nos trasladaban los miembros del Comité de Empresa (UGT y CCOO) no dejaban de ser un canto de sirenas que tuvieron su resultado en multitud de gratitudes por  los esfuerzos realizados en nuestro favor. Bien está decirlo, que sólo de cara a la galería, porque la realidad que hemos apreciado con la nueva firma de un convenio colectivo resulta ser el mayor escándalo laboral al que dan consentimiento, no únicamente la empresa RTRM si no también unos trabajadores que salen con sueldos fortalecidos hasta el punto de asimilar en sus pretensiones  toda una partida presupuestaria que dilata su sueldo en porcentajes escandalosos.  Las retribuciones de los principales niveles, el 1 -en concreto- llega a sumar un montante de más del 20 por ciento con respecto a las retribuciones contenidas en el Convenio Colectivo anterior. De la partida presupuestaria consignada están todos y cada uno de los sueldos  de los integrantes del ERE cuyo montante, piden en el nuevo convenio repartir puesto que esa partida presupuestaria queda asignada y no solo eso, también pretenden regularizar situaciones de personas que están  muy lejos de tener la antigüedad que el personal del que han prescindido con manipulaciones de todo tipo en el que debemos incluir al Comité de Empresa que ni denuncia la situación ni se desmarca de la aprobación de un Convenio colectivo, cuyas cláusulas quedan blindadas, ante cualquier vuelta atrás de la situación. 

Mientras los trabajadores despedidos esperamos una resolución del Tribunal Supremo, los miembros del comité de Empresa junto a Joaquín Azparren director de gerente de la división Radio de RTRM, deciden repartirse en un convenio colectivo todo el dinero sobrante de unas partidas que justificaban los sueldos miserables de las personas despedidas y  que  salieron tras unas negociaciones espurias  que finalmente han dejado al descubierto su verdadero interés: Incluir en el nivel A  de retribuciones  complementos desorbitados, se supone,  en tiempo de crisis como por ejemplo los siguientes según los principales responsables:



No sólo eso, la partida presupuestaria que no llegaba para  pagar  a las personas incluidas  en el ERE sí da ahora para complementos por carrera profesional de hasta 6000 euros: 


Todo hay que decirlo. Algunos compañeros se negaron por ética a refrendar el convenio. Pero de poco nos vale a quienes hemos quedado en la calle en circunstancias muy especiales algunos y con la carga a la espalda de sentirte un inútil cuando no es así. Compañeros del ERE sois gente valiosa y éticamente mucho más extraordinaria que quienes se dedican a mirar su bolsillo a costa de ignorar y mirar hacia otro lado la vida de los demás. Espero que os sirva de salud que dicen en mi pueblo.

miércoles, 29 de octubre de 2014

VOCES DEL DÍA EN 20 TUITS

Quiero aclarar dos cosas antes de iniciar esta serie:  la primera es que todos los tuits que aparezcan tendrán un enlace a su original en la plataforma y, la segunda, es, que aunque considere éste un ejercicio periodístico no publicaré más tuits que aquellos que pertenecen a mi lista de seguidores y admirados pensadores en la red social. También que haré referencia y enlazaré la fuente original como es preceptivo. Aunque vivo en Murcia y me nutro de mucha información local, la intención real de este espacio es ofrecer una visión panorámica de opiniones, más o menos certeras, del ámbito nacional, por ello disculpad quienes consideréis que centrarse en la comunidad autónoma es lo esencial en contra de mi propia opinión que sitúa el interés nacional como apasionante periodísticamente en estos momentos. Intentaré que sea a partir de las siete de la tarde hora española cuando publique cada una de las #VOCESDELDÍA, agrupadas en periodos de 24 horas  y retuiteadas tres veces hasta las doce de la noche.   
                                               Gracias anticipadas: Antonio Escolar

domingo, 26 de octubre de 2014

Tenemos ¿un problema?

Hace meses que no me ejercito en escribir reflexión alguna que no tenga más de 140 caracteres y,  lógicamente, no es bueno para la salud intelectual mantenerse alejado de la opinión y la praxis de la escritura. También es cierto que el hastío ante la avalancha de despropósitos que vivimos complica centrarse sobre un tema cualquiera y desarrollar siquiera una opinión más o menos clara del asunto con argumentos y ejemplos que vienen a justificar cualquier posición intelectual. En principio porque la información recibida posee una frágil cantidad de realidad,  de contundencia; y si la posee, el argumentario político de los medios, la difumina y la disipa como una neblina que termina por desaparecer en otras bocanadas de información a las que les ocurre lo mismo, obligando al sujeto a olvidar con conocimiento de causa la intención, la importancia y la gravedad del asunto. Que hayamos tenido en menos de un mes avalanchas informativas de todo tipo, pompa y circunstancia dice demasiado de la situación que vivimos los españoles como conejillos de indias de no sé que proyecto de estudio sociológico que ha ordenado nadie sabe quien, pero que nos convierte en verdaderos objetos de estudio del comportamiento humano al ser bombardeados, torpedeados y casi rematados con tanta información que termina por resbalar, dispersarse, olvidar y retraerse ante hechos que lejos de mostrar nuestro desinterés debieran encolerizar nuestros espíritus y hacernos convulsionar ante tanta podredumbre, ante tanta falacia permitida y alentada por los voceros de un régimen, debiera iniciar una reacción en cadena de violencia verbal e incluso física y que, sin embargo, genera respuestas bien diferentes entre los ciudadanos, entre los componentes de una sociedad que tendría que reaccionar ante los atropellos de la Justicia, los desmanes de un Gobierno despótico, ante la corrupción de un partido que maneja las tesis "goebelianas" de comunicación como nunca antes se hizo en democracia, ante las respuestas tibias de una oposición perfumada de "Loewe" y otra oposición ajena a todo aquello que no signifique cuadrar sus propios intereses políticos y nacionales. 

Hemos caído en  un proceso de regeneración democrática que pasa por varear el centenario árbol de la corrupción con pajitas de cebada. Asistimos a la más vergonzosa de las realidades sin posibilidad alguna de respuesta de un pueblo amordazado por leyes que no penalizan más que a los robagallinas, como hemos oído estos días. Seguimos perplejos ante las decisiones judiciales que se materializan en autos contradictorios y de una injusticia infinita en un sistema especialmente creado para que así sea. Encaramos el cinismo de los políticos en ejercicios de estulticia imponderable: desde la muerte de un perro inocente a la criminalización de una profesional de enfermería que casi da su vida noblemente por propia voluntad mientras lee aterrada entre los estertores de la muerte cómo la insultan, maltratan y vejan unos señores y señoras que producen el mayor de los ascos sociales sin que sus actitudes sean recriminadas por nadie en una democracia con más de cuarenta años de solera. ¿Significa esto que todo es una falacia? ¿Significa que tenemos un problema? Desde luego, supone algo: aclara y apunta a que la sociedad española tiene problemas muy serios de percepción de la realidad. La comprensión oral y escrita debemos -como media- tenerla suspendida muy deficientemente porque no puede aceptarse desde unos mínimos de justicia social que la ciudadanía tolere como lo hace cuánto le pasa y de la manera en que le ocurre. Los cantos de sirena a que nos tienen acostumbrados los medios de comunicación, empobrecidos en juicio periodístico, tutelados por bancos, poderes espurios, sectas, no son sino mentiras envueltas en celofán "goebeliano" que nos apartan de la realidad del mensaje o conducen a la vanalización, disipación, ocultación y no identificación de la información real. 

Algo queda claro en estos últimos años: la aparición de una prensa que transmite, al menos, credibilidad porque está ajena a la soga del poder bancario y político: mi enhorabuena. Pocos, creo, saben qué significa trabajar con el tiro corto y la asfixia regulada por cerdos engordados con sueldos de una administración que sabe con quien debe aliarse para obtener el mejor rédito electoral y cuyo "leitmotiv" periodístico es ensalzar a figuras imputadas en sórdidos casos que el aparato de su partido prolonga y prolonga hasta que prescriben, exonerando después a quien siempre fue culpable, lo supo, y por "picaresca" contable  e ingeniería procesal queda libre con la caradura más reforzada que nunca, no viendo "jaguar", "confetti" o sobres con quien sabe qué; por tanto, uno  no debe preguntarse. Debe afirmar y con contundencia: tenemos un serio problema. 

miércoles, 8 de octubre de 2014

La incertidumbre de los imbéciles

Estamos siendo los bufones del mundo y lo peor de todo es que no existe un gobierno inútil, culpable, malvado (en la mayor amplitud de la palabra), de actitudes mafiosas, unido a una justicia contaminada por actitudes corruptas y convicciones sectarias en sus decisiones. No solo tenemos gobiernos autonómicos  que han hecho de la política un negocio, también tenemos a los babosos que secundan y, de facto, realizan las estrategias de un numeroso grupo de gente que ha gestionado "prestige", "ébola", y tantos ridículos internacionales como se han producido, pero lo de "excalibur" es sencillamente denigrante. No solo se han cargado el turismo de los próximos cinco años, se han cargado esa economía que según  Montoro "lo peta". Lo peor y más vergonzoso es saber que estos mafiosos están avalados por una mayoría absoluta que asiente, calla y probablemente volverá a votar las mismas siglas. Hoy, en lo político y en lo social, es un día para sentir vergüenza ajena, sentir un profundo asco por quienes nos gobiernan, por quienes han usado la honradez pública en un negocio privado y siguen, como Cotino o Aguirre, cuarenta años después haciendo lo mismo. Hoy es un día para vomitar hiel y rabia, y decir: ¡basta de tanta mierda! Ni la luna llena es capaz de endulzar una situación, que de prolongarse, nos llevará a una esclavitud segura y cruel.

martes, 24 de junio de 2014

MURCIA PRIVATIZADA

El recorrido por los 20 años de gobierno o aquello que pueda denominarse la actuación del que ha sido presidente de la comunidad de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, va a salir caro, carísimo, a los empobrecidos, muy empobrecidos (los más) ciudadanos de la Región.

El constante proceso privatizador al que se ha sometido el patrimonio de los murcianos, en sanidad, en educación, en patrimonio, en todo; tiene claros lindes en las carteras a quienes ha beneficiado: unas pocas, muy pocas. Y lo peor de todo es, que la Región no deja de ser un cortijo imposible de fiscalizar democráticamente porque las cuentas son secretas como si los organismos públicos a las que pertenecen se gestionasen, con esa destreza de lo propio, de lo privado: la televisión sería un buen ejemplo; el cerrado aeropuerto que tantas luchas intestinas ha ocasionado entre los financiadores, los propietarios y los deudores finales que serán lo murcianos; o, por qué no decirlo, las áreas de cultura embebidas en el egotismo casi "caliguliano" de un consejero que usa la palabra tan verazmente como su propia cátedra; ni que decir tiene que la palma de la vergüenza la lleva todo proceso recalificador constitutivo de delito como acaba de informar la prensa en relación a la desprotección de parajes naturales (los últimos en el Mediterraneo) que esta región ha realizado con la avenía de su gobierno, con amenazas de saltarse la ley y con efectivos pronunciamientos que hoy afectan no solo al "vilipendiado" Marqués, también se ven envueltos el actual delegado del gobierno, Joaquín Bascuñana, Antonio Cerdá o Pilar Barreiro que tendrán que testificar ante el magistrado Manuel Abadía (y pienso que ya debe ser la situación ostentosa para imputar a altos cargos de la administración regional con delitos como prevaricación, casi un deporte en la política regional: unas veces disfrazado de recalificaciones, otras de privatizaciones programadas y un proceso que los historiadores de la Región de Murcia deberán dar a conocer, ya que la prensa, amordazada y bien amordazada, ha incumplido su obligación de denuncia continuada de hechos delictivos, y si lo ha hecho, desde luego ha sido para justificarlos o para aplaudirlos.

 Los años de la privatización vigente significa que los servicios, todos, se han encarecido, por encima de la media de otras ciudades y ni que decir tiene que no hay parangón posible hacerlo con ciudades españolas, al menos en la relación calidad-servicio. Hacer una enumeración prolija de el dinero de más que pagan los murcianos por vivir en una región única no podremos calcularlo jamás porque no tenemos ni tendremos, al hilo de cómo suceden los acontecimientos, la probabilidad de saber por qué somos tan pobres y los ricos son tan ricos:  es una cuestión de desigualdad manifiesta en una democracia en la que se supone (siempre sobre la teoría) que el bienestar de los ciudadanos es lo primero, pero, es cierto que Murcia siempre fue el lugar de los ciudadanos de primera clase sometiendo a los siervos gracias a los serviles;  y quienes tienen apellido a quienes tienen cargos en nómina de  honor, como la mafia o la cosa nostra. Veamos, en una palabra, la región del nepotismo descarado. Si pudiéramos, y se puede, hacer una relación de hijos de, cuñados de, sobrinos de, primos de, yernos de, hermanos de, y todo tipo de relaciones familiares en la cuestión pública, nos sorprenderíamos de la versatilidad con la que el nepotismo es en esta tierra un caldo de cultivo siempre a punto.

miércoles, 18 de junio de 2014

JUSTICIA Y PRUDENCIA [ESPAÑOLA]


Antes de que el venidero rey de España llegue impuesto por una mayoría cualificada y un árbol genealógico que llega a los Reyes Católicos, según dicen los monárquicos; los republicanos, quienes (a veces) confunden república con izquierda y monarquía con derecha, apenas  han abierto la boca, pero una vez abierta de poco ha servido pedir por todos los medios habidos legalmente un referéndum que permita decidir sobre la forma de Estado que queremos los españoles (muy probablemente la monarquía, si nos atenemos a la manida mayoría silenciosa, la misma que es capaz de convertir al país en lo que se ha convertido contra su propia voluntad).




Los problemas que se advierten, así de golpe, según los medios por los que te informes es que nadie tiene claro quién quiere ser español y quién no, tampoco sabemos si los españoles están con un partido o con otro; después de que en las eleciones europeas pareciera que sólo existe Podemos ante el miedo que ha suscitado que una formación tan joven sea capaz de poner en jaque al Estado de "Castas" en las que nos encontramos; hasta que el diario El País (no sé si lo dijo o no Maruja Torres, pero algo previó con tiempo) ingresara en la caverna (no la platónica precisamente) y se ocupara de desacreditarlo igual que sus filiales mediáticas y enemigos frontales Inda, Rojo y Marhuenda (tertulianos -o lo que sea- cavernarios también), entre otros muchos que son más silenciosos y letales.





 Sí, hay castas en este país, si no fuera así, Esperanza Aguirre o el hijo mediano de Gallardón o el ex popular miembro del tribunal Constitucional hubieran pasado una noche en el calabozo como suele ser habitual en las casas de los vecinos que no pertenecen a marquesado, ministerio o poder judicial. Pueden preguntarlo a los coactores en un piquete de la huelga general de 2012 o el robo de una pizza, que para algunos  jueces son tan peligrosos socialmente como para  pasar 3 años y un día en la cárcel, o las dos trabajadoras que lanzaron un bote de pintura a una piscina y que también les cae una sentencia similar, mientras vemos como los ladrones de cuello blanco se marchan a casa devuelto parte de lo robado -que no todo-, algo escandaloso en la opinión de Jose Antonio Martín Pallín (su opinión sobre la sentencia, según escucho. es más que revisable o discutible).



 Preguntado el presidente del consejo general del  poder judicial y presidente del Supremo  por  Pepa Bueno  si las sentencias adolecen de ecuanimidad, éste se enroca en que se dictan muchas sentencias y no provocan perplejidad en la sociedad española y sinceramente, si no fuera tan laborioso haría un listado de sentencias injustas que provocan, no solo perplejidad sino vergüenza, rabia y desprecio por la justicia como señalan algunas encuestas (unas más  ajustadas a la realidad que otras. La justicia en este país es un escándalo. Sí. Igual me meten a la cárcel por decirlo. El grado de nepotismo  encontrado en las listas de los órganos de los jueces es casi tan llamativo como la lista de familiares de mi presunta próxima boda. El grado de connivencia de la Judicatura con los poderes económicos y con el poder político (unos partidos más que otros) es escandaloso. Y las sentencias son una mamarrachada en muchos casos (presuntamente).

Un juez puede aplicar unos principios jurídicos y los contrarios según le venga en gana o considere (que queda más fino) sin que eso signifique que la sentencia sea justa, ni siquiera esté en su origen buscar tal justicia sino beneficiar a alguien: se buscan fórmulas siempre rocambolescas para que lo extraño parezca cotidiano y normalizado, cuando puede ser lo contrario. Las leyes no son una ciencia empírica y los jueces lo único que hacen es jugar con las leyes, atenuantes y todo eso que forma el "corpus iudicatorum" (declínese con corrección, no como he hecho yo, es broma) "corpus iuris civilis" para actuar con impunidad ante situaciones vergonzosas que poco tienen que ver con la justicia social, con la justicia desde un punto de vista ético. Y si te pasas un pelo,  ya sabes: Garzón, Blesa.... y quien esté por llegar....





Ya sé que las leyes las aprueban los ejecutivos, pero sentencias escandalosas han existido desde que los hombres supieron algo imprescindible en su evolución: mentir, falsear, tergiversar, argüir, esgrimir...
Todos hemos visto con qué indefensión puede llegar el que roba diez euros de verdura a un tribunal o con qué cara dura hacer un Aguirre o un Gallardón. Muchas películas americanas nos han enseñado la fórmula ideal para que se juzgue lo arbitrario en vez de lo importante, o se interprete la ley de una manera parcial y sin embargo parezca lo contrario. Lo hago en pleno uso de mi libertad de expresión igual que ese obispo que en el mismo derecho compara el matrimonio homosexual con la unión de un hombre y un perro. Y más cosas, tantas más que no sería capaz de  poner ni una quinta parte, por muchas horas que le echase a esta reflexión y las enlazara: como suelo hacer en mis artículos. No puedo decir aquello de que la justicia es un cachondeo porque es demasiado triste, ni puedo definirla estrictamente como encadenada a otros poderes del Estado por afinidad o por los vínculos que sea, pero imparcial: no lo es (es mi opinión), justa (pocas veces), ecuánime (en el sueño o siesta de algún magistrado) y ciega... sí, bastante ciega es, como para no darse cuenta de que este país tiene problemas y no son otros que aquellos sobre los que la justicia pasea su venda ocultándolos y no digamos ya de la sordera: ésa merece un libro.



Por cierto, la próxima "Justicia y Prudencia" igual se la dedicamos a la confusión entre voluntariado y trabajo sin remunerar.




@aciegasenlared                                                       Antonio Escolar

domingo, 8 de junio de 2014

#VATICINIOS DEL OCHO DE JUNIO DE DOS MIL CATORCE @aciegasenlared