Translate

lunes, 14 de octubre de 2013

COMIENZA EL JUEGO

Es pronto para reseñar las sensaciones que me produce adentrarme en la facultad de comunicación de la Universidad de Murcia. Voy a realizar un máster, acreditar mis conocimientos y al mismo tiempo aprender todo lo posible sobre técnicas de comunicación y la gestión de la comunicación en las organizaciones (sistemas), justo ahora que los están alterando tanto con gestiones destructoras de la posibilidad de interpretación de la  información. Entre otras cosas, tendré la oportunidad de separar el concepto de la comunicación  del concepto de periodismo al que estoy más famíliarizado. El caso es que voy a convertirme en un "investigador" por primera vez en mi vida, nadie sabe la ilusión que me produce ese hecho. No quiere decir que nunca haya investigado,  lo hice en multitud de trabajos en la licenciatura de Historia del Arte, pero es una situación nueva, oficial la que me avala. Yo soy de los niños que tuvieron que estudiar algo distinto a lo que deseaban porque en aquella época, como la venidera, no era fácil conseguir una beca, ahora no puedo pedirla, pero mi despido en Onda Regional en el ERE que está por ajusticiar, si se me permite el término, hará posible que me adentre en un mundo mágico del que no busco más que aprender -una constante en mi vida- es como si el Laboratorio Sonoro se convirtiera en realidad y emergiera con cuantas innovaciones produjimos a lo largo de dos años. Ahora es el momento de poner en práctica muchos conocimientos ladeados en importancia, dormidos en el deseo de realizarlos algún día. Sea como fuere, he descubierto una especie de ilusión infantil mientras me enfrento a otro fantasma más general y lastrante, que espero genere una vuelta de la ilusión por un mundo que se empeñó siempre en restarla de mi voluntad y de mi deseo. Traspasar la barrera de la licenciatura, algo que un cura me dijo que nunca hiciera, es una sensación de nerviosismo que me produce una alteración infantil. Me deseo suerte en este viaje por el conocimiento y por el método científico, y  me acuerdo de algunas personas que merecen el máximo respeto y que probablemente no sabrán cuánto me han ayudado, ellos han sido mis profesores, profesores del sistema público de enseñanza: Miriam, Hortensia, Benito, Maria José, Alfonso, Virginia, Mario, Teresa, Conchita, Cristóbal, Miguel Ángel... Por mi edad no debiera permitirme esta sensación de juventud, tampoco la de felicidad, sin embargo, es superior a mis fuerzas. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario