Translate

miércoles, 9 de octubre de 2013

DIARIO DE UN NÁUFRAGO 131009




Los mensajes en botella son difíciles de alcanzar, y no estoy haciendo coña, mucho más, enviarlos con la regularidad de un correo ordinario, sin embargo, creo que es hora de hacer acopio de algunos de los hitos informativos que baraja mi atención con terror de principiante.

En un país en el que ahondan las diferencias entre clases sociales puede ocurrir cualquier cosa, de momento, sólo para los que han mejorado su cuenta corriente el 13,2 por ciento más de millonarios. Sí, en España, la de la crisis  que el ministro Montoro achaca a la mala calidad del cine -entre alguna cosa más- mientras niega que los sueldos hayan bajado para los menos beneficiados por un sistema, el suyo, que  -supuestamente- prima a las grandes empresas por encima de las personas; la España de los recortes que denuncia el Consejo de Europa; la España del copago sanitario a sus enfermos crónicos y hospitalarios y ancianos de cortísima pensión, aún recortablela España del copago judicial y restricciones en leyes sociales que nos devuelven al franquismo mientras tres valientes exhiben sus pechos para recordar a su señoría Gallardón, el de derechas según su padre, que "el aborto es sagrado", la España que cierra o enmudece a sus medios de comunicación y malvende su patrimonio público, la España  de la inmunidad  o impunidad que no ha metido a ningún corrupto político de primera fila en la cárcel y hay  más que "meigas", por cierto que bueno Alex de la Iglesia con esa frase puesta en labios de Terele Pávez: "Yo no creo en la brujas, a mí quien me da miedo son los hijos de puta" en la España de pandereta que sigue siendo pese a los tintes de paleta modernidad con la que se viste en ocasiones. Es esa España en la que no se lee, ni se conocen las matemáticas, sólo el golpe de pecho y el mea culpa en la que se mantienen las intenciones de voto tanto como los santos de alcoba. Es una España que luce su trapos sucios políticos y sociales con verdadera irresponsabilidad y una España en la que los viejos empiezan a ser un estorbo según el Fondo Monetario Internacional. Sinceramente ser náufrago y estar tan informado, en exceso y desmedidamente, es una paradoja tan extraña y complicada como la vida no vida del gato de Erwin Schrödinger

No hay comentarios:

Publicar un comentario