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lunes, 30 de abril de 2012

LA XENÓFOBA ULTRADERECHA EN EL PODER

Todo sigue siendo un asombrarse constante por las medidas adoptadas, reiteradas y alardeadas sin "vergüenza" por el gobierno de Rajoy. Tan acostumbrados como estuvieron siempre en el pasado a llamar mentirosos, con todas sus letras -y a salvaguardar el honor, y todas esas patrañas dialécticas que tan bien utilizan los oradores más asesorados de nuestro país-, descubrimos que todos los términos usados por la derecha española para descalificar a sus contrarios se queda corta, completamente pequeña para la terminología que haría falta para calificar la actitud de un gobierno mentiroso, por que ha incumplido la mayor parte de sus propósitos electorales (y eso es de ser mentirosos, no un poquito, sino los más), sectarios y xenófobos (porque han roto con el principio de universalidad en la sanidad, la educación y la justicia), su actitud política y las medidas adoptadas les pasarán factura. Han dejado a muchas personas abocados a la muerte; sí, no es exagerado (conozco muchos ejemplos que en unos meses darán que hablar). Este gobierno se convierte en xenófobo porque le inspira la ultradarecha francesa y la propia española que tan bien cobijada se encuentra en sus filas. Ni Francia, ni Portugal ni Grecia dejan a los sin papeles en situaciones tan injustas y vergonzosas para la marca de España que tanto quiere defender Rajoy.  En esta tercera guerra mundial económica que estamos viviendo sólo queda clara una cosa que Alemanía la perderá por tercera vez y que sus acólitos económicos, que vuelven a ser España e Italia, como en el pasado, tal vez Francia (ocupada como lo fue en la segunda con un presidente colaborador como ha sido Sarkozy hasta ahora), pero lo peor de todo es el sin sentido  que supone que en España una señora de la limpieza a la que le obligan a trabajar los domingos a cuatro euros la hora (y porque está enchufada) vote a la derecha, igual que pensionistas que veían el temor de que se tocaran sus pensiones. Son demasiadas las maneras en las que se evidencia una especie de golpe de estado al querer con una mayoría absoluta, simplemente coyuntural, porque este país es un país en el que la información mejor se distorsiona y peor se comprende, intentar modificar leyes y pactos de estado que han costado 30 años, después de 40 de dictadura franquista, establecer. Toda esa lucha de millones de personas, que lo hicieron para que existiera una democracia real, se ve tirada a la basura: primero, por la indecencia política, me da igual quien sea el político y el partido, hay mucha en este país, segundo la indecencia personal, al votar con su apoyo medidas indecentes y vergonzosas que nos alejan de los umbrales democráticos y nos convierten en acólitos de xenófobos ultraderechistas a quienes se les aparece dios antes de ser ministros. La vergüenza se ha instalado en nuestra sociedad porque sin darnos cuenta, nos han motivado psicologicamente lo suficiente para aceptar estas vilezas programáticas que sólo afectan a los ciudadanos más pobres y más honrados (digo honrados a conciencia porque ellos son quienes nunca pueden alterar sus nóminas ni sus ingresos fiscales). Las grandes fortunas ya están haciendo números  invirtiendo en coronas suecas y  libras esterlinas, amén de los siempre bienvenidos, para ellos, paraísos fiscales, con el fin de no quedarse sin dinero en caso de que salgamos del Euro, que aunque no lo parezca, se convierte en la salida más honrosa para quienes han esquilmado el estado de bienestar porque a ellos, a unos cuantos de ellos y los siempre agradecidos acólitos, ese Estado no les interesa,  porque la universalidad de la justicia, la sanidad y la educación les deja sin la probabilidad de hacer negocio con la salud, la educación y la honra de los ciudadanos. Hace poco dijeron que tenían que decir lo que pensaban porque ya no estaban en campaña electoral, una frase tan desafortunada como real, ahora, es cuando están diciendo lo que verdaderamente piensan. Que los ciudadanos  de este país no tienen los mismos derechos, y que es mejor que no los tengan porque de esa forma el futuro negocio está garantizado. Sigue votando a la ultra derecha. Si querías votar a la derecha con votar al Psoe tenías bastante, al menos no atacó de una manera tan evidente el estado y los pactos de estado como lo han hecho en sólo tres meses Rajoy y su gobierno,  un gobierno que recuerda al Franco más vil, un gobierno que se asesora, igual, bajo palio. Y que contesta a sus ciudadanos figurativamente hablando: "Te  jodes".

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