Translate

martes, 1 de mayo de 2012

BUSCO UN HERMANO O HERMANA, PERO BUSCO.

Esta historia es muy larga de contar, como todas las historias que se basan en conjeturas y apreciaciones de los demás. No tengo  motivos reales, excepto uno que más tarde desvelaré para decir que tengo un hermano, no consta como tal, no ha muerto súbitamente, no existe lugar donde buscar restos, sólo existen las opiniones de quienes estuvieron presentes en el parto, excepción hecha de mi madre que no se llegó a enterar de nada porque estaba bajo sedación. Lo cierto es que en mi familia abundan los mellizos, mi abuela en concreto tuvo tres pares, mi propio padre era mellizo. Mi madre a tenor de las explicaciones que daba todo el mundo parecía y digo bien, parecía embarazada de dos  por el volumen que llegó a alcanzar su tripa. Mi abuela era la que repetía constantemente que traía dos, pero esa opinión se quedó en eso, en una opinión porque no existían las ecografías  en aquellos momentos. El caso es que en el hospital, el médico que tenía que atenderla no se presentó y alguien le sustituyó, la matrona era la misma eso sí, una joven muy dicharachera. Al parto no dejaron entrar a nadie y se prolongó muchas horas porque fue complicado: primero ventosas, luego forceps  (yo llevo en mi frente la señal de unos). En los pasillos mis abuelas y mi padre esperaban noticias, y las noticias no llegaban, en concreto mi abuela paterna que siempre fue mujer de una intuición extrañamente elevada, cuando esas noticias llegaron en forma de bebé,  sintió que algo pasaba porque no era posible que en el estado en el que se encontraba mi madre, aunque se quedara con mucho peso, pariera un niño que tuvo que ser metido a la incubadora  y que no pesaba ni tres kilos: tenía la cabeza abierta en tres sitios, uno de ellos el ojo. Mi abuela cuando me vio, dicen,  se quedó pasmada y soltó: "¿Me traes sólo uno?"  y un suspiro de esos que luego repetiría cada vez que hablaba del asunto, que no era muy a menudo y que la enervaba furiosamente cada vez que recordaba ese momento. Mi otra abuela, mujer también de gran inteligencia, no dijo  nada porque estaba más preocupada por su hija que por el parto en sí. La verdad es, que siempre que contaron algo le pusieron muchos tintes dramáticos a esta historia. 
Yo he crecido con una hermana que nació a los casi cuatro años, y el embarazo todos concluyen en que no fue ni con mucho parecido en volumen al primero. Siempre he tenido la extraña sensación de faltarme algo, no sé como explicar este sentimiento, es bastante peregrino y borroso pero es cierto que según han aparecido algunas piezas del puzle he logrado comprender que se trataba de eso, de la ausencia de alguien. (Quiero que conste que tengo una mentalidad mucho más científica que esotérica) 
Con el tiempo mi abuela fue dando vueltas a su cabeza, sobre todo cuando le llegaban algunas noticias de las actividades de mi matrona, actividades no siempre lícitas, o sí, no puedo juzgarlo yo ni quiero poner en entredicho su vida  profesional. Desde el 26 de agosto de 1965, han sido innumerables las veces que he tenido que escuchar eso de: "¿éste es tu parto?" y cosas así, y ver en el rostro de mi abuela paterna un mensaje de desaprobación. Hasta la mayoría de edad viví ajeno a esta situación que no se mencionaba, pero sí cuando fui mayor veía como mi abuela se enfadaba y enervaba cada vez que hablaban de mi nacimiento  y un día me lo contó, al menos sus percepciones sobre lo ocurrido y desde luego el tiempo y la memoria han borrado muchas de aquellas palabras. Posteriormente en mi veintena, mientras vivía en Madrid, mi propia hermana me confundió con alguien que era igual a mí. Mas tarde un compañero de trabajo me dice que había conocido a un chico que era igual que yo, después, otra vez me dicen que han estado con alguien que se parece a mí, pero nadie me da más explicaciones, entre otras cosas porque no saben la historia que queda detrás y cuando he intentado ponerme en contacto quienes me decían que me habían visto decían vaguedades y no sabían darme una dirección o un teléfono. En fin, el caso es que esto siempre estuvo oculto entre mi abuela y yo; mis padres sólo han sido conscientes de tal posibilidad hace muy poco tiempo, cuando hemos descubierto que una niña de una pedanía de Torreagëera  fue dada a su madre  (algunos dicen que vendida pero yo no tengo pruebas de eso) y quien llevó esa niña era mi propia matrona, de eso sí tengo pruebas. Cuando mi abuela murió, la última conversación que tuve con ella fue sobre este asunto y cuando vi el número tan elevado de bebes robados en España, empecé a tener muchas dudas sobre lo posible y real que sería tener un hermano. Aunque, también es cierto,  que todo queda en las sensaciones de una anciana y en las visiones más o menos veraces de personas que han dicho ver a alguien parecido a mí. Yo soy un tipo muy común sólo ha resaltado de mi conjunto los ojos que todo el mundo ha halagado durante muchos años. Pero ya está. No tengo más evidencias, más pruebas ni siquiera más opiniones. Mi padre me sorprendió hace unos meses con la posibilidad de que mi abuela tuviera razón, pero ya está. No tengo más datos, todo se basa en conjeturas y opiniones de los demás que no tienen por qué ser reales. Vamos, uno duda de todo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario