Es célebre la frase de Alonso Quijano: "Cambiar el mundo, amigo Sancho, ni locura ni utopía sino justicia" y acto seguido encontrarme los "sms" de Rajoy a Bárcenas y de Bárcenas a Rajoy. PM (Primer Ministro) y TGPP (Tesorero general del Partido Popular) jugando en las cortas distancias al despiste hasta que amainen tifones y la prensa se encierre en su "primeo" constante, y conseguir dar frutos en una relación que parece que se rompe de tanto usarla. Los motivos para que un presidente del gobierno de cualquier país mienta a su nación, de la que se llena la boca tan a menudo, no son perdonables salvo con una dimisión "ipso facto". Como titula una serie de televisión, les han pillado "con el culo al aire" de la maquinación, manipulación, engaño, en connivencia con toda una especie de "mafia" a la española (todo presunto, por si hubiere caso, que el único que termina en la cárcel soy yo) y con el paso cambiado al principal partido de la oposición, según las encuestas, un engendro sin poder de reacción que teme más las futuras decisiones de su perdido electorado que afianzarse en una postura que rompa esta indefensión ciudadana diaria, cotidiana, apabullante, inmerecida, alevosa en estos documentos que señalan una contabilidad A. B, C. -como los diagramas de Venn-, con la razón en contra, el mundo en el objetivo y el país en la inopia.
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