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lunes, 19 de marzo de 2012

¡NO ENTIENDO DE POLÍTICA!

Una frase que escucho con frecuencia, demasiada. El hecho de no entender de política ¿te da, confiere, algún derecho adicional sobre quien sí intenta configurar una ideología  que se acomode a sus expectativas de futuro? No diremos que es fácil, ni mucho menos, sobre todo cuando los políticos traicionan con tanta facilidad a sus electores, situándoles en el no sé, no contesto, me dejo llevar por impulsos. En el país de los millonarios de "a cinco euros" es lógico que los deseos sean como se muestran en estos instantes. Pensionistas de "a cuarto y mitad de pensión" votando a la derecha, "nimileuristas" votando a la derecha, trabajadores con una nómina pelada y más que pelada, recortada y muchas veces, muchas, magistralmente alterada para que hacienda no sea consciente de una forma muy directa de evadir dinero "B", también votan a la derecha, y no sólo eso, aplauden cuando los diarios más extremistas (de la derecha) efectúan esa extraordinaria  magia de convertir lo "bueno evidente" en algo desdeñoso e indecente. Sé que suelo extremar mucho mis respuestas a ciertas provocaciones que escucho en los alrededores entre gente a la que verdaderamente aprecio y de la que, sin embargo, lamento su inclinación política a creer que el mundo del liberalismo extremo es el mundo que necesita una sociedad, cada día, más ahogada de libertades  y de derechos. La reforma laboral que presenta el gobierno actual con esa, displicencia malévola, de quien sabe que lo que ofrece es tan exagerado que luego matizará de alguna manera  para dejar esa sensación a lo ´Lisa Simpsom de haber hecho bien las cosas, intentado al menos, con un espíritu de "bonhomía" quedar lo mejor posible ante el electorado. Todos los días me pregunto lo mismo y no llego nunca a una respuesta  que me satisfaga -será por mis graves carencias intelectuales- ¿Cómo puede un pueblo tan pobre como el español, en general, en renta medida por ganancias, con el número de parados más amplio de la Unión Europea, ser un país de derecha? de la derecha que anima a los empresarios a que despidan a gente por faltar al trabajo, justificadamente, nueve días en dos meses, que facilita que las embarazadas queden en la calle, que permite que el trabajo se convierta en esclavitud. 

¡Ah! Por cierto, estas reflexiones, por pueriles que sean, son muestras de una cierta iniciativa a entender que el mundo debería ser más justo, más libre y todas las cosas -más- en las que me eduqué, así que agradeceré los comentarios y las críticas, pero entiéndase -y que buenos recuerdos me trae esto- es el "diario de un naufrago" que persiste en los principios que aprendió de su humilde familia y de la gente extraordinaria que me ha educado con su bondad y su grandeza moral. Y es más que evidente que piense lo que piense siempre respeto las ideas ajenas, otra cosa es que esas ajenas ideas sean capaces de moverme un milímetro del espacio ideológico que habito.

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